InflamaciónEditar
A veces, la membrana mucosa que rodea la úvula puede hincharse, haciendo que la úvula se expanda entre 3 y 5 veces su tamaño normal. Esta condición se conoce como uvulitis. Cuando la úvula toca la garganta o la lengua, puede causar sensaciones como náuseas o asfixia, aunque no haya ninguna materia extraña presente. Esto puede causar problemas para respirar, hablar y comer.
Hay muchas teorías sobre las causas de la inflamación de la úvula, como la deshidratación (por ejemplo, por el clima árido); el exceso de tabaco u otros irritantes inhalados; los ronquidos; la reacción alérgica; o una infección viral o bacteriana. Una úlcera aftosa que se haya formado en la úvula también puede causar hinchazón y molestias.
Si la hinchazón está causada por la deshidratación, beber líquidos puede mejorar la condición. Si la causa es una infección bacteriana, hacer gárgaras de agua salada puede ayudar. Sin embargo, también puede ser un signo de otros problemas. Algunas personas con antecedentes de uvulitis recurrente llevan un autoinyector de epinefrina para contrarrestar los síntomas de un ataque. Una úvula inflamada no suele poner en peligro la vida y remite en poco tiempo, normalmente en un día.
Ronquidos y apnea del sueñoEditar
La úvula también puede contribuir a los ronquidos o a la respiración pesada durante el sueño; tener una úvula alargada puede causar vibraciones que provocan ronquidos. En algunos casos, esto puede provocar apnea del sueño, que puede tratarse mediante la extirpación de la úvula o de parte de ella si es necesario, una operación conocida como uvulopalatofaringoplastia (comúnmente conocida como UPPP, o UP3). Sin embargo, esta operación también puede provocar apnea del sueño si se forma tejido cicatricial y se reduce el espacio aéreo de la velofaringe. Se desconoce el éxito de la UPPP como tratamiento de la apnea del sueño, pero algunas investigaciones han demostrado una eficacia del 40-60% en la reducción de los síntomas. Normalmente la apnea disminuye a corto plazo, pero vuelve a medio y largo plazo, y a veces es peor que antes de la UPPP.
Insuficiencia velofaríngeaEditar
En un pequeño número de personas, la úvula no se cierra correctamente contra la parte posterior de la garganta, causando una condición conocida como insuficiencia velofaríngea. Esto provoca un habla «nasal» (o más propiamente «hipernasal»), en la que el aire sobrante baja por la nariz, y el hablante es incapaz de decir ciertas consonantes, como pronunciar la ‘b’ como la ‘m’.
Regurgitación nasalEditar
Durante la deglución, el paladar blando y la úvula se mueven hacia arriba para cerrar la nasofaringe, impidiendo que los alimentos entren en la cavidad nasal. Cuando este proceso falla, el resultado se denomina regurgitación nasal. Es frecuente en personas con IPV, miositis y enfermedades neuromusculares. La regurgitación de líquidos de este modo también puede producirse si se regurgita un volumen de líquido especialmente elevado, o durante una tos vigorosa, por ejemplo la causada por la inhalación accidental de agua. Debido a que la acción de la tos impide que la úvula bloquee la nasofaringe, el líquido puede ser expulsado de nuevo por la nariz.