Una de las dolencias más comunes a las que se enfrentan los recién nacidos es la congestión. Si tienes un bebé congestionado en tus manos, probablemente estés preocupada y busques formas de ayudar a tu pequeño a respirar mejor. ¡Estás de suerte! En este post de los expertos en bebés de Mustela te lo contamos.
Empezamos explicando los síntomas a los que hay que prestar atención, así como las causas que pueden provocar la congestión de tu bebé. Luego te mostraremos 13 formas sencillas de ayudar a tu bebé congestionado a respirar con tranquilidad.
Dos tipos de congestión y sus síntomas
Es importante identificar qué tipo de congestión está molestando a tu bebé para saber cómo cuidarlo correctamente. Los dos tipos de congestión que tienen más probabilidades de afectar a tu bebé son la congestión nasal y la congestión torácica.
Independientemente del tipo que sea, la congestión puede ser alarmante, especialmente si es la primera vez que tu bebé se enferma de algo.
Congestión nasal
La congestión nasal es la más común de las dos. Con la congestión nasal, su bebé tendrá una nariz que gotea o está congestionada. Esto puede dificultar la alimentación de su bebé, pero seguirá mostrando interés en las tomas.
La congestión nasal no es necesariamente una preocupación grave. El culpable podría ser un resfriado común, no una infección real.
Si su bebé sigue siendo su pequeño y feliz ser – sonriendo, arrullando, comiendo y durmiendo normalmente – entonces lo más probable es que el problema sea sólo la congestión nasal.
Algunos otros síntomas de congestión nasal que puede notar en su bebé incluyen:
- Respiración ruidosa
- Posibles ronquidos cuando está dormido
- Tos
- Resoplidos
Congestión torácica
Si la congestión de tu bebé es en el pecho, significa que hay líquido en sus pulmones o vías respiratorias. Este tipo de congestión puede asustar, pero respira hondo porque es la menos común de las dos, especialmente en los bebés pequeños.
Busca estos síntomas de congestión torácica en tu bebé:
- Respiración rápida
- Calentamiento
- Tos
- Falta de interés por comer
¿Qué causa la congestión del bebé?
Los bebés se enfrentan a diferentes enfermedades en su primer o segundo año de vida. Desde afecciones de la piel como eczemas y sarpullidos hasta el resfriado común y otras infecciones comunes, los bebés lo pasan mal al principio como resultado de su débil sistema inmunitario. Un bebé congestionado es casi tan común como un bebé con los senos paranasales despejados.
Entonces, ¿qué hace específicamente que un recién nacido sea especialmente susceptible a la congestión? Hay varias buenas razones por las que los bebés se congestionan tan fácilmente.
En primer lugar, su bebé pasó sus primeros nueve meses de existencia sumergido en líquido amniótico. Después del parto, pueden quedar cantidades residuales de líquido en sus senos paranasales, lo que puede hacer que tu pequeño se congestione.
En segundo lugar, tu bebé tiene unas vías respiratorias diminutas, por lo que respirar puede ser toda una tarea. Es perfectamente normal que los bebés parezcan tener dificultades para respirar de forma regular.
En tercer lugar, los bebés aún no han aprendido a hacer cosas que los adultos harían normalmente para despejar sus senos nasales, como sonarse la nariz o moquear.
Por si fuera poco, los bebés contraen infecciones virales y bacterianas a un ritmo mayor que los niños mayores y los adultos. Esto se debe a que su sistema inmunitario aún se está desarrollando y aprendiendo a protegerse de las enfermedades. Y además de todo esto, los recién nacidos son mucho más sensibles a los irritantes del aire, como el polvo, la caspa de las mascotas, el polen y el humo.
¡Así que ahí lo tienes! Hay un montón de factores que pueden dejarte con un bebé congestionado. Pero no vamos a dedicar más tiempo a las causas del problema. En su lugar, vamos a centrarnos en las soluciones.
13 maneras fáciles de ayudar a tu bebé congestionado
Aunque hay muchas cosas diferentes que pueden hacer que tu bebé esté congestionado, también hay varias cosas que puedes hacer para despejar sus senos nasales. Aquí hay 13 maneras fáciles de ayudar a tu bebé congestionado a respirar y descansar tranquilo.
1) Mantener a tu bebé hidratado
Siempre es una buena idea asegurarse de que tu bebé esté adecuadamente hidratado. Esto es especialmente crucial si tu pequeño está congestionado.
La hidratación es beneficiosa porque los líquidos adicionales pueden ayudar a eliminar cualquier exceso de moco u otras sustancias que obstruyan los senos nasales de tu bebé. Dale a tu hijo mucha leche materna, de fórmula o ambas.
2) Elimina los irritantes del entorno de tu bebé
Como hemos mencionado anteriormente, tu bebé es extremadamente sensible a los irritantes del aire como el polen, la suciedad, el polvo y la caspa de las mascotas. Una forma eficaz de ayudar a su bebé congestionado es eliminar los irritantes obvios del entorno de su bebé.
Pulverice y barra su casa regularmente. Deja las ventanas cerradas cuando haga viento y en primavera, cuando las plantas florecen. Si su pequeño parece muy sensible, considere la posibilidad de comprar un filtro de aire para su casa.
Además, si busca una forma de refrescar su casa, elija productos que no sean irritantes. Estos pueden usarse de forma segura para refrescar y perfumar la habitación de tu bebé (¡o cualquier habitación!) y la ropa de cama.
3) Deja que tu bebé se siente erguido
Cuando tu bebé está sentado erguido, las fuerzas de la gravedad ayudarán a sacar parte de la mucosidad que está obstruyendo sus senos nasales. Por eso, dejar que tu pequeño se siente erguido le ayudará a eliminar la congestión. Lo mejor es sostener a tu bebé en brazos o ponerlo en un dispositivo de apoyo, como una mochila portabebés o un cabestrillo.
4) Dale a tu bebé congestionado gotas de suero salino
Nada ayuda más a un bebé congestionado que unas buenas gotas de suero salino a la antigua. Sólo una o dos gotas por fosa nasal harán el truco. La solución salina ayudará a eliminar cualquier moco que esté causando la congestión en los senos de su bebé.
5) Haga funcionar un humidificador
El aire seco puede provocar congestión tanto en adultos como en bebés. Una excelente manera de despejar a tu bebé congestionado es poner en marcha un humidificador en la habitación de tu bebé o en la guardería. Es especialmente útil utilizar un humidificador mientras tu pequeño duerme.
6) Utiliza los productos adecuados para el cuidado de la piel
Todos los bebés tienen una piel sensible y delicada. Esto significa que debes utilizar productos suaves y seguros para el cuidado de la piel, como los de Mustela, para evitar que se irriten la nariz o la garganta y se congestionen.
Ya sea que tu bebé tenga la piel normal, la piel seca, la piel muy sensible o la piel propensa a los eczemas, ¡tenemos el producto para satisfacer sus cambiantes necesidades de cuidado de la piel! Después de descubrir el tipo de piel de tu bebé, puedes tratar su piel de forma segura y correcta con nuestros suaves productos.
Piel normal
La piel de tu bebé sigue desarrollándose hasta su segundo cumpleaños. Esto significa que sigue siendo delicada y requiere una hidratación y protección extra aunque parezca perfectamente suave.
Desde la hora del baño hasta la hidratación y la limpieza rápida, ¡tenemos algo para la piel normal de tu bebé! Comienza la hora del baño con nuestro Gel Limpiador Suave. Nuestra fórmula biodegradable y sin lágrimas limpia el cuero cabelludo de tu bebé sin despojarlo de sus aceites naturales.
Para un extra de frescura después del baño, prueba nuestro Refrescante de Piel que refresca e hidrata suavemente la piel de tu bebé en un solo paso. Es el complemento perfecto para la rutina de cuidado de la piel de tu bebé!
Una ventaja añadida de este producto: También se puede utilizar para peinar a tu bebé entre los baños y mantiene a tu bebé fresco y cómodo durante los meses más cálidos!
Piel seca
Si tu bebé tiene la piel seca, notarás manchas ásperas y escamosas. Para satisfacer las necesidades de cuidado de la piel seca de tu bebé, necesitarás productos que potencien la hidratación de su piel. Y nuestra Loción Nutritiva al Cold Cream hace precisamente eso!
Protege la superficie de la piel de tu bebé contra las condiciones ambientales al tiempo que llega a las capas más profundas de la piel. Usada a diario, nuestra loción – elaborada con ingredientes de origen natural – proporcionará una hidratación inmediata y duradera a la piel seca de tu bebé!
Pieles muy sensibles
Las rojeces son un signo revelador de que tu bebé tiene la piel sensible. Nuestra línea para pieles muy sensibles está compuesta por productos sin fragancia para ayudar a eliminar cualquier irritante de la piel de tu bebé.
¡La piel de tu bebé recibirá la hidratación adecuada cuando utilices nuestro Set de Baño Sensible! Este paquete limpia de forma segura y eficaz el cabello y el cuerpo de tu bebé mientras trabaja para calmar su piel.
Pieles con eczema
El eczema, una condición común de la piel, puede afectar a los bebés desde los dos meses de edad. La línea de cuidado de la piel con eczema de Mustela no contiene perfume y está diseñada para reponer y calmar la piel propensa al eczema de tu pequeño.
La rica textura de nuestra Crema Emoliente Stelatopia es perfecta para el cuidado diario. Ayuda a calmar la piel de tu bebé y hace que se sienta cómodo, ¡algo que es difícil de lograr con la piel propensa al eczema!
Independientemente de la línea de cuidado de la piel que elijas, puedes estar tranquilo sabiendo que los productos para el cuidado de la piel de tu bebé son hipoalergénicos. Cada ingrediente de nuestros productos se selecciona cuidadosamente y se comprueba su seguridad.
Nos mantenemos alejados de los ingredientes cuestionables, como los parabenos, los ftalatos, el fenoxietanol, el lauril sulfato de amonio y el alcohol, por nombrar algunos, que pueden ser catalizadores de la congestión y el goteo nasal.
7) Siéntate en un baño con vapor con tu bebé
Pon una ducha caliente y simplemente siéntate en el baño con tu pequeño durante unos minutos. El vapor ayudará a su bebé congestionado a respirar un poco más fácil.
Nota importante: sólo permanezca en un baño con vapor de tres a cinco minutos cada vez. Si hace demasiado calor o si tu bebé parece estar incómodo, es hora de suspender la sesión de sauna.
8) Dale un baño a tu bebé
¿A quién no le gusta un buen baño caliente? A tu bebé congestionado definitivamente le encantará un buen baño caliente. Como dice el viejo consejo de los padres: «Si tu bebé está inquieto, mételo en el agua o sal a la calle».
En este caso, un baño caliente puede calmar a menudo a tu bebé si le molesta su congestión. Incluso puedes transformar la hora del baño en una experiencia de unión con tu pequeño con nuestros productos para la hora del baño.
Nuestro set de productos esenciales para la hora del baño incluye cuatro productos esenciales para el cuidado de la piel a base de plantas para mantener a tu bebé limpio e hidratado durante y entre la hora del baño. Además de cuidar la piel de tu bebé durante el baño, ¡estimula sus sentidos!
¡Tu bebé se emocionará cuando vea, sienta y juegue con nuestro Baño de Burbujas Multisensorial! Hace que la hora del baño sea divertida y terapéutica tanto para ti como para tu bebé, a la vez que protege e hidrata su piel. A continuación, termina la hora del baño con nuestra loción corporal Hydra Bebe.
Masajea suavemente la loción sobre la piel de tu bebé. Nuestra fórmula no grasa deja la piel de tu bebé sedosa y suave. Su bebé estará relajado después de salir del baño y masajearse con nuestra loción, lo que le ayudará a aliviar sus síntomas de congestión.
9) Elimine la mucosidad con un aspirador nasal
Un aspirador nasal es un pequeño dispositivo que se parece a un aplicador de gotas, pero está diseñado para aspirar cosas en lugar de expulsarlas. Los aspiradores nasales son una gran manera de ayudar a deshacerse del exceso de mucosidad de su bebé congestionado.
Simplemente presione el aire del aspirador, colóquelo justo dentro de la fosa nasal de su bebé y suelte la bombilla para succionar la mucosidad de los senos de su pequeño.
10) Dale a tu bebé un suave masaje nasal
Un suave masaje nasal puede ayudar a aflojar y eliminar cualquier sustancia que obstruya los senos de tu pequeño. Simplemente use dos dedos para frotar suavemente el área alrededor de la parte superior de la nariz de su bebé.
Esto también puede incluir la región justo debajo de las cejas de su pequeño. Vigila a tu bebé de cerca para asegurarte de que no experimenta ninguna molestia.
11) Acaricia la espalda de tu bebé
Es probable que ya tengas la costumbre de hacer eructar a tu bebé después de cada sesión de alimentación. Generalmente, todo lo que tienes que hacer es dar unas suaves palmaditas en la espalda de tu bebé y cualquier exceso de moco o líquido en su garganta y senos nasales saldrá enseguida. La misma práctica puede ayudar a tu bebé congestionado a respirar.
12) Coloca una toalla debajo del colchón de tu bebé
Colocar una toalla doblada debajo de un extremo del colchón de tu bebé eleva su cabeza mientras duerme. La altura añadida, aunque sólo sea uno o dos centímetros, permitirá que la mucosidad drene de la nariz y la boca de tu bebé mientras descansa.
Sólo asegúrate de poner la toalla debajo del colchón, ya que ninguna almohada o manta debe ir nunca en la cuna con tu bebé mientras duerme. Además, recuerda que siempre debes poner a tu bebé a dormir boca arriba.
Consejo: Para los bebés con la piel propensa a los eczemas, prueba el pijama calmante para la piel Stelatopia de Mustela para dormir mejor. Este pijama de algodón 100% proporciona una hidratación calmante a la piel de tu pequeño durante toda la noche para que pueda descansar bien.
13) Alimenta a tu bebé con probióticos
Una pequeña dosis de probióticos en la leche o fórmula de tu bebé puede fortalecer su sistema inmunológico y ayudar a eliminar cualquier congestión. Busca probióticos con nombres como Bifidobacterium animalis, Lactobacillus acidophilus y Bifidobacteria.
Aunque las investigaciones han demostrado que los probióticos son seguros y eficaces para los recién nacidos, siempre es mejor consultar con tu médico antes de dar a tu bebé algo que no sea leche.
¿Tu bebé congestionado necesita ir al médico?
Como ya hemos dicho, tener un bebé congestionado no es nada fuera de lo normal. Sin embargo, hay algunos síntomas que pueden ser problemáticos y que requerirán una visita al médico.
Si tu bebé muestra alguno de los siguientes signos, dirígete a la consulta de tu pediatra de inmediato.
- Dificultad para respirar, especialmente problemas para inhalar
- Ruidos, ronquidos, o ruidos sibilantes al respirar
- Fiebre
- Dificultad persistente para alimentarse
- Tos con sangre o mucosidad sanguinolenta que escurre por la nariz
- Congestión grave que dura más de cuatro o cinco días
Si tu pequeño tiene alguno de estos síntomas, acude a un profesional sanitario cuanto antes.
Respira mejor
Con todo lo dicho, lo más probable es que tu bebé congestionado esté bien. Es seguro decir que prácticamente todos los niños se congestionarán en algún momento de su primer año de vida. Es una condición completamente normal y completamente tratable.
¡Así que no hay necesidad de preocuparse! Simplemente sigue los 13 sencillos pasos que te mostramos en este post y tu bebé congestionado respirará con facilidad antes de que te des cuenta.