Somos muchos los que nos sentimos inquietos con nuestra vida actual y pensamos que quizá un cambio importante, como una mudanza, solucionará los problemas que podamos tener. Aunque en algunas situaciones la mudanza puede ayudar, es buena idea pensar bien la decisión antes de contratar una mudanza o empacar la cocina.
1. Qué vas a echar de menos?
Esta puede parecer una pregunta sencilla; sin embargo, es inteligente hacer una lista de todas las cosas de tu vida que están ligadas al lugar donde vives.
Piensa en la gente que echarás de menos, el equipo deportivo o de trabajo en el que participas o los vecinos tranquilos que siempre están ahí cuando los necesitas. Anota las cosas buenas de la ciudad o del pueblo o de tu barrio en el que vives que te encantan, como los teatros, un cine con gran reputación, una panadería a la que se puede ir andando o una cafetería en la que saben lo que te gusta incluso antes de que lo pidas.
Todas estas cosas importan y depende de ti hasta qué punto deben contar como parte de tu decisión de mudarte.
¿Qué hay de la familia: tienes relaciones estrechas que echarás de menos si te mudas? Qué pasa con el apoyo que puede proporcionar a un familiar anciano: ¿hay alguien que pueda sustituirle? ¿Y el apoyo que podría recibir de su familia, como el cuidado de los niños, las reparaciones del hogar o el apoyo emocional? ¿Con qué frecuencia podría permitirse volver a visitarlo?
2. Qué no le gusta de su situación actual?
Si su inquietud tiene que ver con su trabajo actual o con una relación actual, entonces pregúntese si su infelicidad se resolvería cambiando de empleador o terminando esa relación. Si la respuesta es «sí», entonces tal vez no sea necesaria una mudanza.
Observe lo que hay en su vida actual con lo que no es feliz y luego piense si ese problema puede resolverse haciendo algunos cambios importantes, como encontrar un nuevo trabajo, comenzar una nueva carrera o encontrar un nuevo círculo social; la mayoría de estos cambios pueden hacerse sin empacar una sola caja.
3. Si se muda, ¿qué cambiará?
Cuando intente decidir si una mudanza es lo mejor para usted, puede ser útil hacer una lista de las cosas positivas que le ofrecerá su nueva ubicación, como una ciudad más grande o más pequeña, un barrio más seguro, un mejor coste de vida, mejores escuelas, más acceso a la recreación, mejor clima, etc. Estos factores sólo los puedes decidir tú.
La planificación a largo plazo es importante ya que mudarse es un gran compromiso y requiere mucha energía, paciencia y recursos económicos. Estará su familia mejor (física, emocional y espiritualmente) en el futuro? ¿Es la mudanza adecuada para tu familia en este momento? ¿Y si lo retrasas uno o dos años? ¿Cómo afectaría esto a tu situación actual? ¿Podría permitirse el lujo de mudarse en el futuro?
4. Cuáles son los aspectos prácticos?
El proceso de decisión no estaría completo sin tener en cuenta los aspectos prácticos de la mudanza. Estas son algunas de las preguntas que debe hacerse:
- ¿Cuánto costará la mudanza?
- ¿Puedo/puedo permitirme el lujo de mudarme ahora mismo?
- Si tiene hijos, ¿está bien mudarse durante el curso escolar?
- ¿Cuánto alterará esto su rendimiento académico?
- ¿Es una buena época del año para encontrar trabajo?
- ¿Soy (y es mi familia) emocionalmente estable en este momento para manejar el estrés y los cambios que trae una mudanza?
- ¿Cuál es la disponibilidad de vivienda en la nueva ciudad/pueblo?
Al final, si ha determinado sus prioridades y ha respondido a las preguntas prácticas, entonces probablemente esté mucho más cerca de tomar una decisión final sobre la mudanza, sabiendo si es el momento adecuado y si es lo correcto para usted y su familia.