El preescolar es parte de la ventana de oro de las oportunidades para trabajar con niños del espectro autista. Durante los primeros años de la infancia, los niños crecen y se desarrollan a un ritmo asombroso, y este es el momento ideal para ayudar a su hijo a aprender a conectar con los demás, regular sus sentidos, mejorar la comunicación y practicar muchas otras habilidades. Tanto si eres padre de un niño con autismo como si eres profesor de un aula de necesidades especiales, hay actividades que pueden ayudarte.
Actividades para preescolares que se dirigen a los retos del autismo
Puedes utilizar planes de lecciones para niños con autismo o crear tus propias lecciones que cubran una serie de conceptos esenciales. Las siguientes actividades son perfectas para el aula de preescolar o el entorno doméstico.
Jugar a fingir
Las habilidades de juego de simulación retrasadas, inusuales o ausentes son especialmente comunes en los niños con trastorno del espectro autista (TEA), según un estudio de la Universidad McMaster. Trabajar estas habilidades durante el tiempo de juego puede ampliar la capacidad del niño para interactuar con los demás. En concreto, pruebe algunos de estos divertidos juegos:
- Pretender ser dinosaurios, rugir entre ellos y buscar comida.
- Utiliza una casa de muñecas y finge que las muñecas están realizando su rutina diaria.
- Utiliza bloques para hacer edificios, y conduce coches de juguete por la «ciudad» que has hecho.
- Construye una vía de tren y crea escenarios en los que el tren deba recoger y dejar personas y suministros.
- Haz un hospital para animales de peluche y ayuda a curarlos cuando se hagan daño.
- Utiliza comida de juguete y una cocina de juguete para cocinar y servir una comida.
- Jugar a la escuela, con una persona asignada para ser el profesor y todos los demás simulando ser alumnos.
- Llene un gran contenedor de almacenamiento con judías y entierre pequeños juguetes dentro. Permita que los niños jueguen en las judías con sus manos.
- Esparza crema de afeitar sobre una mesa y deje que los niños la unten.
- Crea una mesa de agua donde los niños puedan verter agua en diferentes recipientes.
- Coloque tambores para que los niños practiquen tocando a diferentes tempos y niveles de volumen.
- Experimenta con diferentes alimentos, involucrando una variedad de sabores y texturas.
- Utiliza una silla giratoria para hacer girar a los niños.
- Tenga un pequeño trampolín para que se diviertan saltando.
- Cuando el niño con autismo esté jugando con un juguete, intervenga y pida su turno. No espere a que el niño diga «vale». Simplemente tome su turno y devuelva el juguete. Cuando el niño aprende que el juguete volverá, se pone menos ansioso por entregarlo.
- Juega a un sencillo juego de mesa como Candy Land, recompensando a cada niño por tomar su turno.
- Traiga un juguete nuevo y muy interesante, especialmente uno con sonidos o luces. Juegue usted mismo con él durante unos minutos y luego ofrézcaselo al niño, diciendo «tu turno». Incluya también a otros niños, pasando el juguete por el aula.
- Si el niño es verbal, comparta por turnos los juguetes o hechos durante el tiempo de círculo.
- Monte un programa de mostrar y contar en el aula, donde los niños pueden traer objetos de casa o contar experiencias que han tenido. Inmediatamente después de la puesta en común, pida al niño con autismo que describa lo que ha visto y oído.
- Cuando el niño esté jugando con un juguete, retírelo y señale un aspecto específico del mismo (como las orejas del oso de peluche). Luego devuélvele el juguete.
- Juega a juegos como el «yo espío» que requieren que ambas personas miren el mismo objeto.
- Traiga una selección de pequeños instrumentos o elementos para hacer ruido. Utilice uno para hacer ruido y luego pregunte al niño: «¿Oyes lo mismo que yo?». Hable sobre lo que ha oído.
- Pida al niño que le muestre lo que está haciendo o dibujando. Premie el hecho de mostrarlo con un regalo especial. Eventualmente, haga que otro adulto facilite que el niño le muestre algo, y premie ese comportamiento.
- Juega a un juego en el que finges al azar ser un animal diferente. Los niños deben imitar los comportamientos y sonidos de tu animal.
- Imitar lo que hace el niño con autismo. Continúe imitando hasta que el niño se dé cuenta.
- Ponga a los niños en parejas y haga que se conviertan en un espejo el uno del otro. Cuando un niño se mueve, el otro debe moverse de la misma manera.
- Juega a que el niño te imite, moviendo tu cuerpo de forma tonta o haciendo ruidos tontos. Por cada imitación, dale una recompensa.
Si puedes elegir una rutina de juego de simulación que coincida con el interés especial del niño, puede ayudar a retener su atención. También se puede premiar la participación con pegatinas, caramelos, juguetes pequeños u otro pequeño capricho.
Explora con los sentidos
Las dificultades sensoriales afectan a una gran mayoría de niños con TEA, según un estudio publicado en la revista Autism. Los niños pueden sentir que los ruidos, las sensaciones propioceptivas, las texturas, las entradas visuales, los sabores y otras experiencias sensoriales son demasiado abrumadoras, o pueden buscar entradas sensoriales aún más fuertes. Este tipo de disfunción de la integración sensorial cambiará con el tiempo, pero exponer suavemente a los niños a varios estímulos sensoriales durante los años preescolares puede ayudar a que esto sea menos debilitante.
Pruebe algunas de las siguientes experiencias sensoriales:
Recuerda que algunas experiencias sensoriales pueden ser demasiado para algunos niños. Si el niño parece especialmente ansioso, no fuerce el tema. A menudo, trabajar con un terapeuta ocupacional puede ayudar al niño a superar estas dificultades.
Toma de turnos
Tomar turnos es importante para el desarrollo social en preescolar, y también es una gran parte del lenguaje. Tomar turnos puede ser un reto para cualquier niño en edad preescolar, pero a menudo es especialmente difícil para aquellos con autismo. Formalizar el comportamiento y hacerlo divertido puede ayudar a que se convierta en una parte natural de la vida del niño. Pruebe estas ideas de actividades:
Compartir experiencias
La «atención conjunta», o la capacidad de compartir una experiencia con otra persona, es una deficiencia común en los niños con autismo y una habilidad esencial para el éxito futuro, según un artículo publicado en Philosophical Transactions of the Royal Society of Biological Sciences. Afortunadamente, hay muchas formas divertidas de trabajar el intercambio de experiencias y la atención:
Fomentar la imitación
La imitación es una parte enorme del desarrollo infantil, y puede ser muy difícil para los niños con autismo, según la Universidad de Washington. Para fomentar la imitación, pruebe algunas de estas divertidas actividades:
Actividades divertidas y muchas recompensas
Para muchos niños con trastorno del espectro autista, los años de preescolar son un momento excelente para interactuar con sus compañeros y desarrollar las habilidades sociales y de comunicación necesarias para el éxito escolar. Mantener las actividades ligeras y divertidas y ofrecer recompensas frecuentes puede ayudar a mantener al niño comprometido. Con el tiempo, se puede ir eliminando la recompensa o aumentar el comportamiento deseado que se requiere para ganársela.