Cómo prepararse para un alargamiento de corona
Dependiendo de la razón de su alargamiento de corona, es posible que necesite una corona temporal para proteger su diente y preparar su boca para su nueva corona permanente.
Visitará a su cirujano oral para hablar de su historial médico y dental. Revisará sus radiografías y hablará de sus medicamentos. Todo esto afectará a su cirugía y a su curación, por lo que es importante tomarse el tiempo necesario para ser minucioso y detallado.
Qué ocurre durante un procedimiento de alargamiento de corona
Una vez que usted y su periodoncista hayan acordado un plan de tratamiento, su cirujano realizará el procedimiento ambulatorio. Entrará y saldrá de la consulta el mismo día. Dependiendo de la anestesia utilizada y de cuántos dientes estén afectados, puede incluso terminar en menos de una hora. Si su periodoncista tiene que tratar más hueso y tejido blando de las encías, entonces su boca necesitará más tiempo. Si usted tenía una corona temporal, su periodoncista se tomará el tiempo para reemplazar esto antes de salir también.
Su periodoncista utilizará un anestésico local en sus encías para ayudarle a mantenerse cómodo durante el procedimiento. Algunas personas incluso optan por tener un sedante para asegurarse de que están relajados durante el trabajo del periodoncista. Una vez que esté tranquilo y preparado, el periodoncista retirará las encías y, en algunos casos, el tejido óseo para exponer más dientes. El cirujano enjuagará la zona con un enjuague de agua salada y luego suturará las encías en su nueva ubicación. Para mantener la cicatrización libre de infecciones y totalmente protegida, el cirujano colocará un vendaje sobre las encías suturadas.
A medida que la anestesia y el sedante desaparezcan, comenzará a sentir el dolor de la cirugía. En este momento, las compresas de hielo ayudarán a que la hinchazón se mantenga baja, los analgésicos le ayudarán a sentirse más tranquilo y un enjuague bucal especial favorecerá la curación y evitará la infección.
Posibles riesgos
Como en cualquier cirugía, existe el riesgo de infección, pero el cirujano le dará instrucciones exhaustivas para evitar cualquier complicación. Si las instrucciones son confusas o nota que tiene fiebre o que sus encías no cicatrizan, acuda a la consulta de su dentista.
Al igual que con cualquier cirugía, puede notar que sangra en el lugar donde el dentista cortó parte del tejido de la encía o que este diente recién expuesto es más sensible que sus otros dientes a las variaciones de frío y calor. Esta sensibilidad mejorará con el tiempo. Si el dentista sólo ha trabajado en un diente, éste puede parecer más largo que los dientes de los lados. Si el periodoncista eliminó hueso, entonces su diente puede sentirse más flojo. Si acaba teniendo que extraer este diente y reemplazarlo, el dentista puede tener más dificultades para colocar un implante debido a la disminución de la cantidad de hueso.
El proceso de recuperación
Puede planear que su recuperación dure unos tres meses desde el día de la cirugía. Podrá retomar una rutina mayormente normal tan pronto como sus encías sanen dentro de los primeros siete a diez días. Inmediatamente después de la cirugía, debería poder reanudar los entrenamientos y las actividades extenuantes unos dos o tres días después. Un mayor esfuerzo puede provocar más sangrado, así que tenga cuidado la primera vez que vuelva al gimnasio.
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