No se recomienda ofrecer comida a los canguros y wallabies salvajes.
No es raro ver canguros y wallabies en la periferia urbana de Perth. Las zonas que proporcionan refugio, agua y hierba, como los parques suburbanos exteriores, los campos de golf y los matorrales de la periferia urbana, son hábitats adecuados para los macrópodos que viven en las ciudades. Estos animales pueden sentirse bastante cómodos cerca de los humanos y pueden ser atraídos a acercarse con comida. Sin embargo, al alimentar a la fauna autóctona podemos estar haciendo más daño que bien. Proporcionar comida humana a los animales autóctonos puede provocar desequilibrios nutricionales, aumentar la propagación de enfermedades y provocar influencias negativas en el comportamiento de los animales.
Desequilibrios nutricionales
La comida humana no es natural para los canguros y los wallabies y puede hacer que enfermen. Los canguros y los wallabies son herbívoros y pastan en los pastizales o hojean los arbustos nativos. La comida humana puede causar desequilibrios nutricionales en canguros y wallabies que pueden conducir a la obesidad y otras complicaciones que amenazan la vida.
El pan es una opción popular para ofrecer a los canguros y wallabies, sin embargo, proporciona poco de las necesidades nutricionales de estos animales. Además, demasiada comida blanda puede provocar una enfermedad llamada Lumpy Jaw (mandíbula grumosa), una grave infección bacteriana de la mandíbula.2 El heno con tallos duros también puede perforar las encías y permitir que las bacterias que causan Lumpy Jaw (mandíbula grumosa) invadan.
Además de la falta de nutrición en la comida humana, la cantidad que se les da también es importante. Los wallabies, en particular, son mucho más pequeños que los humanos, por lo que incluso pequeñas porciones de comida humana pueden ser muy poco saludables para ellos. Además de los riesgos para la salud asociados a una mala dieta, los animales con sobrepeso son menos capaces de eludir a los depredadores.
Este gráfico se ve mejor en Chrome o Safari.
Difusión de enfermedades
Proporcionar un suministro regular de comida artificial puede atraer a muchos animales a una sola zona, lo que puede promover la propagación de enfermedades. Estas zonas pueden estar muy contaminadas por las heces de los canguros y el pastoreo en ellas puede provocar un aumento de la transmisión de muchas especies de parásitos.
Alteración del comportamiento natural
La alimentación hace que los canguros y los wallabies entren en contacto estrecho con las personas y en posibles conflictos. Los animales agresivos dentro de la manada pueden suponer un peligro para las personas, especialmente para las familias con niños pequeños. Perder el miedo a los humanos también puede hacer que los canguros y los wallabies sean más vulnerables al abuso por parte de otras personas.
No recomendamos alimentar a los canguros y wallabies salvajes.
Sin embargo, si debe alimentarlos debe tratar de minimizar el riesgo de daño:
- Evite por completo los alimentos poco saludables (y potencialmente mortales) como el pan y otros productos horneados.
- Ofrezca en su lugar hierba larga y seca y heno (no apestoso) o pellets específicos para canguros.
- Compre el muesli para canguros, disponible en la mayoría de los comedores de ganado.
Descargue la hoja informativa ‘Alimentación de canguros y wallabies’.
Descargue la hoja informativa «Qué cultivar en un jardín visitado por canguros».