Órganos de los sentidos
Los órganos de los sentidos de las serpientes son singularmente diferentes a los de los mamíferos y otros animales. A diferencia de los mamíferos, que dependen principalmente de la vista y el oído, las serpientes se basan principalmente en sus sentidos del olfato y el tacto. No tienen párpados móviles, sino tapas transparentes denominadas «brille» como cubiertas oculares protectoras. Por ello, el movimiento de sus ojos es bastante limitado. Tampoco tienen oído externo, ni oído medio, ni membrana timpánica (tímpano). En su lugar, utilizan un pequeño huesecillo (hueso del oído), llamado «columela», para detectar las vibraciones de las ondas sonoras conducidas a través del suelo. Son capaces de captar algunas ondas sonoras conducidas a través del aire, pero sólo a frecuencias muy bajas.
Las serpientes también huelen de forma muy diferente a los mamíferos. Los mamíferos ponen en contacto las partículas de aire con los nervios olfativos (que huelen) al respirarlas en las cavidades nasales a través de las fosas nasales. Las serpientes tienen tanto fosas nasales como cavidades nasales, pero no las utilizan para oler. En cambio, la lengua que mueve es en realidad un aparato olfativo. Hay un pequeño órgano en el techo de la cavidad oral llamado «órgano vomeronasal», o «órgano de Jacobson». La lengua bífida se utiliza para poner en contacto partículas diminutas de aire con este órgano, y entonces la serpiente percibe e identifica el olor como de presa, depredador u otro. Así que, a diferencia de los mamíferos, la lengua no se utiliza para degustar o ayudar a tragar, sino simplemente como un órgano olfativo accesorio.
Algunas serpientes también tienen un «sexto sentido» del que no pueden presumir los mamíferos e incluso otros reptiles. Las víboras, las serpientes de cascabel y otros miembros de la familia de serpientes conocida como «víboras de fosetas» tienen fosas especiales situadas entre sus ojos y fosas nasales. Las fosas se utilizan para percibir cambios de temperatura mínimos en forma de rayos infrarrojos, como ayuda para localizar presas de sangre caliente, como los roedores. Una fosa tiene dos cámaras. La cámara interior es naturalmente la temperatura interna de la propia serpiente. La cámara exterior se calienta cuando está cerca de una fuente de calor, y entonces la serpiente es capaz de detectar la diferencia de temperatura entre las dos cámaras. Este sistema es tan preciso que las víboras de fosetas son realmente capaces de detectar cambios de temperatura tan pequeños como 0,002° Celsius.
Integumento
Las serpientes, como todos los reptiles, están cubiertas de escamas que las protegen de la abrasión o la deshidratación. Las escamas de la parte superior y de los lados de la serpiente son más pequeñas y finas que las que se encuentran en la parte del vientre. Las escamas gruesas y grandes del vientre se llaman «escudos» y ayudan a proteger y sostener los tejidos que están en contacto con el suelo. Las escamas pueden ser muy coloridas y estar organizadas en interesantes patrones. A diferencia de la mayoría de otros animales, no hay manera de distinguir un macho de una hembra basándose en el color, ya que casi siempre tendrán el mismo aspecto externo.
Aunque las serpientes se describen a menudo como «viscosas», su piel es en realidad muy seca, De hecho, sólo tienen dos glándulas cutáneas: un par de glándulas anales de olor que segregan una sustancia utilizada para atraer a la pareja, proporcionar protección contra los depredadores y marcar el territorio. A diferencia de otros animales, las serpientes siguen creciendo hasta el día de su muerte. Por ello, las serpientes mudan periódicamente su piel en un proceso llamado «ecdisis». Antes de mudar la piel, la serpiente adquiere un tono ligeramente azulado y los ojos aparecen nublados. Esto se debe al líquido que se encuentra entre las capas de la piel. Los ácaros, la desnutrición y los traumatismos, entre otras cosas, pueden provocar disecdisis o mudas anormales.
Conocimientos de las serpientes
El tipo de dientes que tiene una serpiente puede diferir según el método utilizado para capturar y matar a sus presas. Existen tres tipos de dentición de las serpientes:
– Constrictoras
– De colmillos acanalados
– De colmillos huecos