Anthony Quinn, cuyo nombre completo es Anthony Rudolph Oaxaca Quinn, (nacido el 21 de abril de 1915 en Chihuahua, México, y fallecido el 3 de junio de 2001 en Boston, Massachusetts, Estados Unidos).), actor estadounidense de origen mexicano que actuó en más de 150 películas, pero que se identificó universalmente con un papel en especial: el terrenal y lleno de vida personaje del título de Zorba el Griego (1964), al que habitó de forma tan completa y cómoda que muchos de sus papeles posteriores parecían estar también impregnados del espíritu de ese personaje. Abrazó su vida fuera de la pantalla con el mismo gusto, lo que se evidencia en parte por el hecho de que su decimotercer hijo nació cuando tenía más de 80 años.
Quinn tuvo una gran variedad de trabajos -peleador, pintor y músico y predicador de un evangelista entre ellos- y, además de estudiar para el sacerdocio, consideró la posibilidad de convertirse en arquitecto. Para ayudarse en esto último, empezó a tomar clases de interpretación después de que Frank Lloyd Wright le sugiriera que mejorara su discurso, y en poco tiempo fue contratado para la obra Clean Beds. En 1936 Quinn apareció en un pequeño papel en la película Parole, y a partir de entonces obtuvo varios papeles de diversos personajes étnicos o forajidos en las películas Murieron con las botas puestas (1941), El incidente del arco del buey (1943), Diario de Guadalcanal (1943) y Regreso a Bataan (1945). Su primer papel protagonista llegó en 1947 en Black Gold. Ese año, Quinn fue a Nueva York y debutó en Broadway en El caballero de Atenas. Siguió con una gira en el papel de Stanley Kowalski en Un tranvía llamado deseo, y volvió a Nueva York en 1950 para sustituir a Marlon Brando en ese papel, y luego hizo una gira en Born Yesterday y Let Me Hear the Melody. También apareció en varios programas de televisión en directo.
De vuelta a Hollywood, Quinn tuvo papeles en Los toros bravos (1951) y ¡Viva Zapata! (1952), por la que ganó el primero de sus dos premios de la Academia al mejor actor de reparto. A continuación rodó algunas películas en Italia, la más notable de las cuales fue La strada (1954), de Federico Fellini, en la que realizó una de sus mejores interpretaciones. Quinn ganó su segundo Oscar por Lust for Life (1956) y continuó con papeles en las memorables películas Wild Is the Wind (1957), The Savage Innocents (1959), The Guns of Navarone (1961), Requiem for a Heavyweight (1962) y Lawrence of Arabia (1962).