James 4:4
Así que te gusta alguien, parece un gran cristiano, quieres empezar una relación con esta persona, pero tal y como está ahora mismo no sois más que conocidos. Tal vez ni siquiera saben quién eres.
Entonces, ¿qué debes hacer?
No está mal intentar ser amigo de alguien que te gusta románticamente
Ser amigo de alguien es una gran opción para iniciar la posibilidad de salir con él o ella algún día. No creo que sea «incorrecto» simplemente invitar a alguien a salir. Sin embargo, creo que ese enfoque no siempre es efectivo y a veces puede ahuyentar a la gente. La amistad es a menudo el camino más natural hacia el romance y puede crear una de las mejores bases para una relación cristiana saludable en el futuro.
En segundo lugar, no creo que debas sentir que tienes malos motivos si intentas convertirte en amigo de alguien porque te gusta como algo más que un amigo. De hecho, a menudo pienso que es la forma más sabia y segura de explorar la posibilidad de una relación romántica. A veces puedes hacerte amigo de alguien y luego conocerlo lo suficiente como para que ya no te interese románticamente. A veces puedes ahorrarte muchos problemas de relación a través de una amistad sana.
Pero, de nuevo, si quieres tener una relación con alguien, la amistad es a menudo un gran primer paso a dar. En el libro de C.S. Lewis Los cuatro amores, afirma:
Cuando las dos personas que descubren así que están en el mismo camino secreto son de distinto sexo, la amistad que surge entre ellos pasará muy fácilmente -puede pasar en la primera media hora- a amor erótico. En efecto, a no ser que se repelan físicamente o que uno de los dos ya ame en otra parte, es casi seguro que lo hará tarde o temprano.»
La amistad es buena. El matrimonio es bueno. No te sientas mal por intentar ser amigo de alguien como camino para salir o casarse. No seas falso o manipulador, pero convertirte en amigo de alguien es un primer paso natural para ver si Dios quiere que ustedes dos sean más que amigos en el futuro.
La amistad gira en torno a un interés común. El romance gira en torno al otro
Un gran error al tratar de hacerse amigo de alguien es centrarse en la relación en lugar de una experiencia compartida que creará una amistad. Las amistades siempre se basan en un interés común que une a dos personas. Por eso la mayoría de los mayores de 25 años no seguimos teniendo muchos amigos del instituto. Una vez que todos dejamos esa escuela, perdemos nuestra conexión y por lo tanto los lazos en la amistad se debilitan.
Así que si quieres tener amistad con la gente, necesitas tener otras pasiones en la vida además de querer una amistad. Necesitas cosas que te conecten con otras personas además de las propias personas. Irónicamente, aquellos que intentan vivir su vida sin importar la aprobación de los demás son los que acaban teniendo más amigos. Sus experiencias vitales tienden puentes con otras personas. Los que sólo se sientan a quejarse de que no tienen amigos se quedan solos y aburridos porque ¿quién querría ser amigo de alguien que no hace nada? Alguien puede querer ministrarte y servirte porque es un buen cristiano lleno del amor de Dios, pero ¿una amistad? Probablemente no.
En la iglesia, por ejemplo, todos podemos estar unidos como «uno» porque estamos conectados a través de nuestras creencias compartidas sobre Jesucristo (Gálatas 3:28). Usted puede disfrutar del compañerismo de alguien 40 años mayor que usted en el estudio bíblico de un grupo pequeño porque están unidos por su deseo de Dios. Sin su pasión compartida por Cristo y el estudio de la Biblia, ustedes dos no tendrían nada en común y no serían amigos. C.S. Lewis afirma:
La amistad nace en el momento en que un hombre le dice a otro ‘¿Qué? ¿Tú también? Creía que era el único'»
«Los amantes siempre están hablando entre ellos de su amor; los amigos casi nunca hablan de su amistad. Los amantes suelen estar cara a cara, absortos el uno en el otro; los amigos, uno al lado del otro, absortos en algún interés común.»
Si intentas hacerte amigo de alguien centrándote sólo en esa persona, la amistad nunca crecerá. Se sentirá forzada e incómoda porque no es así como funcionan las verdaderas amistades. Los amigos están lado a lado haciendo cosas juntos. Santiago 4:4 dice:
«¡Gente adúltera! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por eso, quien quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.»
¿Por qué es tan mala la amistad con el mundo? Porque los amigos hacen lo mismo que sus amigos. Si usted es realmente amigo del mundo en el sentido al que se refiere Santiago 4:4, esto significa que está viviendo una vida mundana y tiene un comportamiento pecaminoso en común con aquellos que no conocen a Cristo.
Los intereses comunes unen a los amigos. Por lo tanto, si te gusta alguien y quieres ser su amigo, tienes que unirte a ellos en algún tipo de interés común. Sirve en el ministerio en el que ellos sirven, únete al equipo de softball mixto en el que están, únete al grupo de estudio bíblico al que asisten – simplemente haz algo juntos que ambos disfruten.
Si no tienen nada en común y parece que no pueden construir una amistad, esta es una señal de que una relación romántica es una mala idea.
Si quieres empezar una amistad con alguien que te gusta, hazte amigo de sus amigos
Este puede meterte en problemas muy rápido si no tienes cuidado.
No creo que debas intentar hacerte amigo de alguien sólo para poder impresionar a otra persona. Deberías preocuparte genuinamente por la persona de la que te estás haciendo amigo por lo que es. Valórala como persona, no como una herramienta para conocer a otra persona.
Sin embargo, una forma de hacerte amigo de alguien que te gusta es unirte a su círculo de amigos. Cuando me estaba haciendo amigo de mi mujer, naturalmente también me hice amigo de sus amigos. Construí relaciones genuinas con algunos de ellos y realmente valoré nuestra amistad sin importar el efecto que tuvo en mi relación con Bethany.
Pero mi conexión con los amigos de Bethany ciertamente ayudó a mis oportunidades con ella también.
Intenta cosas nuevas, pero sé el verdadero tú
En resumen, si quieres construir una amistad con alguien que te gusta, tienes que salir de tu camino para conocer a esa persona donde está. Tienes que salir de tu zona de confort y adentrarte en los caminos que está recorriendo en su vida.
No quieres fingir que eres alguien que no eres, pero sí quieres probar cosas nuevas que no has probado antes. Puedes cambiar tu entorno como una forma de conocer gente nueva sin dejar de ser el mismo tú. C.S. Lewis afirma:
Las personas que se aburren unas a otras deberían encontrarse rara vez; las que se interesan unas a otras, a menudo.»
Así que no finjas ser alguien que no eres. De todos modos, no podrás mantener la actuación durante mucho tiempo. Si ustedes dos no disfrutan naturalmente como amigos y una amistad nunca sucede, acepta que no estaba destinado a ser. No querrías casarte con alguien que no disfruta de ti de todos modos.
Pero si disfrutáis el uno del otro y florece una amistad, quizás Dios te esté guiando a dar el siguiente paso con esta persona que te gusta como algo más que un amigo.