Benelux, en su forma completa Unión Económica del Benelux, Unión Económica del Benelux en francés, o Benelux Economische Unie en neerlandés, unión económica de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, con el objetivo de lograr una integración económica total asegurando la libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios; siguiendo una política coordinada en los ámbitos económico, financiero y social; y aplicando una política común en materia de comercio exterior.
Bélgica y Luxemburgo habían constituido bilateralmente una unión económica en 1921; los planes para una unión aduanera de los tres países se plasmaron en el Convenio Aduanero de Londres en septiembre de 1944 y entraron en vigor en 1948. En 1956 casi todo el comercio interior de la unión estaba libre de aranceles. El 3 de febrero de 1958 se firmó el Tratado de la Unión Económica del Benelux, que entró en vigor en 1960. El Benelux se convirtió en el primer mercado laboral internacional completamente libre; la circulación de capitales y servicios también se hizo libre. Se unifican las tarifas postales y de transporte y se coordinan las políticas de bienestar. En 1970 se suprimieron los controles fronterizos.
El funcionamiento cotidiano del Benelux corre a cargo de la Secretaría General; la autoridad ejecutiva de la organización recae en el Comité de Ministros, que se reúne trimestralmente.
El Benelux fue considerado en su día como un experimento prometedor por el que los países vecinos formarían uniones aduaneras que luego podrían fusionarse en uniones económicas más amplias. Sin embargo, tras la ratificación del tratado por el que se establecía la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1952, el interés por este tipo de desarrollos se desplazó a los planes para la Comunidad Económica Europea (CEE; posteriormente sucedida por la Unión Europea), de la que Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo son miembros originales. Para cuestiones prácticas de integración económica, el Benelux sirvió de ejemplo útil para la CEE.