La ERA de RUF
En Ruf Automobile creemos que en cualquier actividad, ya sea jugar a los bolos, montar a caballo, esquiar, nadar o cualquier otro deporte, se puede esperar encontrar convivencia, camaradería y personas afines. Y lo mismo ocurre con los aficionados a los coches: siempre nos ha encantado la bonhomía y el entusiasmo de las personas que conocemos y tratamos en todo el mundo. Pero los verdaderos entusiastas de los coches no se limitan a una marca o un valor concreto, sino que son aficionados a los coches en general.
Esta diversidad de culturas, de todo tipo de niveles sociales y económicos, suele reunirse en un salón del automóvil, en una reunión de un club o en una carrera de coches, lo que demuestra que su pasión por los coches y la parafernalia automovilística les une inextricablemente. También sirve para romper el hielo, lo que ha sido un elemento crucial de la inspiración del RUF durante más de 50 años. En términos sonoros, se ejemplifica con esa sinfonía de turbos aspirando aire, compuertas de residuos silbando y escapes estallando, ese sonido mágico que se escucha al pisar el acelerador, la afirmación de haber elegido RUF, y por qué esa elección siempre iba a ser una conclusión inevitable.