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Una prueba de esfuerzo utiliza el ejercicio físico en una cinta de correr para hacer que el corazón bombee. Aunque la mayoría de los cardiólogos consideran que la mejor opción es someter al corazón a un esfuerzo físico, hay casos en los que un agente de estrés farmacéutico, también conocido como vasodilatador, es más adecuado para el paciente.

Los vasodilatadores, a veces llamados en broma «trote en una jarra», utilizan agentes farmacéuticos para imitar lo que ocurre durante el ejercicio y permiten al cardiólogo o al tecnólogo ver la actividad cardíaca sin necesidad de realizar ejercicio físico.

Las razones para utilizar un vasodilatador pueden incluir imitaciones físicas del paciente, contraindicaciones clínicas o la preferencia personal del médico.

El uso de un vasodilatador acelerará el tiempo total de una prueba de esfuerzo, pero tienen efectos secundarios. Estos efectos secundarios pueden incluir rubor, sensación de calor y posiblemente náuseas.

Cómo funciona un vasodilatador

Durante una prueba de esfuerzo, es esencial comprobar el rendimiento de un corazón durante la actividad y en reposo. Si las arterias coronarias sólo tienen una obstrucción parcial, puede haber suficiente flujo sanguíneo en reposo, pero no durante el ejercicio o la actividad física.

A medida que se hace ejercicio, y la presión arterial aumenta, los vasos sanguíneos se dilatan. Se toma una imagen SPECT de su corazón mientras las venas están dilatadas para que su cardiólogo pueda ver el rendimiento del corazón durante la actividad física.

Los vasodilatadores utilizan sustancias químicas para imitar los resultados del ejercicio y dilatar las venas. La mayoría de los vasodilatadores no provocan un aumento de la frecuencia cardíaca ni causan ningún signo externo de actividad, como sudoración o respiración intensa. Los fármacos se dirigen especialmente a las venas y provocan la dilatación sin ningún esfuerzo.

Tipos de vasodilatadores

Hay varios vasodilatadores diferentes en el mercado. Los cuatro vasodilatadores más comunes incluyen Lexiscan, Presantine, Adenoscan y Dobutamina. Cada uno de estos agentes tiene sus ventajas, inconvenientes y casos de uso específicos. Echemos un vistazo más de cerca a cada uno:

Lexiscan

La mayoría de los vasodilatadores son fármacos que tienen un nombre de marca con el que se comercializan. El fármaco que compone Lexiscan se llama Regadenoson. Muchos médicos prefieren Lexiscan porque tiene el tiempo de infusión más corto, con sólo cuatro minutos. Este vasodilatador también suele tener los menores efectos secundarios y no dura tanto como otros agentes que llevan años en el mercado. A diferencia de otros vasodilatadores, todos los pacientes reciben la misma dosis de Lexiscan, y las cantidades no se calibran por paciente.

Persantine

Persantine, también conocido como Dipiridamol, es otro vasodilatador común. Aunque Persantine es más asequible, también tiene más efectos secundarios en comparación con otras opciones.

Al igual que otros vasodilatadores, Persantine puede causar rubor, sensación de calor y posiblemente náuseas. Persantine es uno de los fármacos de acción más prolongada y puede requerir una segunda inyección de un fármaco para contrarrestar los efectos.

Adenoscan

Adenoscan es el nombre comercial del fármaco Adenosina. Este vasodilatador es similar a Persantine pero tiene un tiempo activo más corto y es menos probable que requiera una segunda inyección para contrarrestar los efectos. Tanto el Adenoscan como el Persantine están formulados específicamente para el paciente, por lo que las dosis están más adaptadas a cada situación particular. Al igual que Persantine, también puede causar rubor, sensación de calor o náuseas.

Dobutamina

La dobutamina es diferente de los otros tres vasodilatadores mencionados anteriormente y se utiliza con menos frecuencia que los otros agentes. Actúa como un agente de estrés adrenérgico, lo que significa que el fármaco aumenta físicamente la fuerza de la contracción del corazón para dilatar los vasos en lugar de utilizar únicamente agentes químicos para crear la dilatación.

La dobutamina se selecciona a menudo para los casos en los que no se pueden utilizar los otros vasodilatadores. Esto incluye a los pacientes que tienen EPOC u otras contraindicaciones que podrían causar problemas.

Este fármaco se administra con inyecciones escalonadas y lleva un tiempo considerablemente mayor en comparación con el Lexiscan. La dosis comienza con una cantidad baja y luego se aumenta hasta que se alcanza la frecuencia cardíaca objetivo.

Los efectos secundarios de la Dobutamina suelen ser más graves en comparación con otras opciones, y muchos cardiólogos la consideran una opción alternativa.

Selección de un vasodilatador

Cada vasodilatador tiene sus usos y beneficios únicos. Algunos médicos tienen una opción preferida, y a veces la decisión se toma en función de cada paciente. Tanto la decisión de utilizar un vasodilatador como la elección de qué fármaco específico administrar deben apoyar mejor las necesidades únicas del paciente.

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