Boeing

El Douglas DC-3, que popularizó los viajes aéreos y posibilitó los beneficios de las aerolíneas, es reconocido universalmente como el mejor avión de su época. Algunos afirman que es el mejor de todos los tiempos.

El trabajo de diseño comenzó en 1934 ante la insistencia de C.R. Smith, presidente de American Airlines. Smith quería dos nuevos aviones: un DC-2 más largo que transportara más pasajeros de día y otro con literas tipo ferrocarril, para llevar a los pasajeros de noche.

El primer DC-3 construido fue el Douglas Sleeper Transport -también conocido como Skysleepers por los clientes de la aerolínea- y era el colmo del lujo. Catorce lujosos asientos en cuatro compartimentos principales podían plegarse de dos en dos para formar siete literas, mientras que otros siete se plegaban desde el techo de la cabina. El avión podía acomodar a 14 pasajeros para pasar la noche o a 28 para vuelos diurnos más cortos. El primero se entregó a American Airlines en junio de 1936, seguido dos meses después por el primer DC-3 estándar de 21 pasajeros.

En noviembre de 1936, United Airlines, que había sido una filial de Boeing hasta 1934, se convirtió en el segundo cliente del DC-3. El DC-2 había demostrado ser más económico que el modelo 247, y United asumió que el DC-3 continuaría con ese liderazgo. A los pedidos iniciales de American y United pronto les siguieron los de más de 30 aerolíneas en los dos años siguientes.

El DC-3 no sólo era cómodo y fiable, sino que también hacía rentable el transporte aéreo. C.R. Smith, de American, dijo que el DC-3 era el primer avión que podía ganar dinero sólo con el transporte de pasajeros, sin depender de las subvenciones del gobierno. Como resultado, en 1939, más del 90% de los pasajeros de las aerolíneas del país volaban en DC-2 y DC-3.

Además de los 455 transportes comerciales DC-3 construidos para las aerolíneas, se fabricaron 10.174 como transportes militares C-47 durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto para uso aéreo como militar, el DC-3 demostró ser resistente, flexible y fácil de operar y mantener. Sus hazañas durante la guerra se convirtieron en leyenda. Hoy en día, más de seis décadas después de la entrega del último, cientos de DC-3 siguen volando y siguen ganándose el sustento transportando pasajeros o carga.

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