Bronquiectasia

Cómo entender la bronquiectasia

La bronquiectasia es una enfermedad infradiagnosticada que puede causar un daño pulmonar devastador.

Afecta a las paredes de las grandes vías respiratorias del pulmón, destruyendo lentamente los músculos y los tejidos elásticos que recubren los bronquios. Las vías respiratorias normales están construidas para contraerse y canalizar la mucosidad fuera de los pulmones. Pero cuando las vías respiratorias se distorsionan y cicatrizan por las infecciones repetidas, ya no pueden eliminar las secreciones normales. La mucosidad se acumula, formando un caldo de cultivo para las bacterias y la inflamación, lo que provoca más daños. A medida que la enfermedad avanza, se crean bolsas de forma irregular en las vías respiratorias. Esas bolsas pueden convertirse en un hogar para más infecciones.
La bronquiectasia aumenta con la edad. Menos de 1 de cada 20.000 personas de entre 18 y 34 años padecen la enfermedad. Pero esa cifra se eleva a aproximadamente una de cada 350 personas a los 75 años. Un estudio realizado en 2005 estimó que 110.000 personas en EE.UU. reciben tratamiento por bronquiectasias cada año. Otro estudio descubrió que la hospitalización por bronquiectasias ha aumentado en más de un cinco por ciento al año desde 2001.
Los síntomas incluyen una tos que nunca desaparece y una mayor producción de esputo, que también se conoce como flema. Algunos pacientes padecen neumonía con frecuencia. A medida que la función pulmonar disminuye, también se puede tener dificultad para respirar y notar que se está cada vez más cansado. La enfermedad avanzada puede provocar insuficiencia cardíaca.
Aunque su historial médico puede indicar una probable bronquiectasia, los médicos suelen diagnosticar definitivamente las bronquiectasias mediante un TAC de alta resolución. Estas imágenes detalladas pueden mostrar si se ha producido un engrosamiento de las paredes de sus bronquios y si tiene las vías respiratorias deformadas, dañadas o colapsadas. Los estudios de la función pulmonar pueden evaluar el tipo y la gravedad de su enfermedad y medir los beneficios del tratamiento.

Tratamiento de las bronquiectasias

Las bronquiectasias no se pueden curar, pero se pueden tratar.

El tratamiento se basa en la eliminación de la mucosidad de los pulmones, la prevención de infecciones y la reducción de la inflamación. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con esta enfermedad llevan una vida normal. Sin embargo, cuanto antes se detecte y se trate la enfermedad, mayores serán las posibilidades de evitar daños graves en los pulmones.
Vivir con este proceso de la enfermedad requiere diligencia y compromiso. Uno de los pilares del tratamiento, la eliminación de la mucosidad de los pulmones, suele compararse con «vaciar a la fuerza los últimos restos de una botella de ketchup». Combina el drenaje postural (colocar la cabeza más baja que el pecho) con la percusión torácica (golpear los pulmones para desalojar las secreciones acumuladas).
A los pacientes con bronquiectasias también se les anima a beber mucho líquido y a hacer ejercicio con frecuencia para ayudar a limpiar los pulmones y mantener la salud cardiovascular. Muchos pacientes también se benefician del uso frecuente de antibióticos, a menudo administrados directamente a los pulmones con un nebulizador, un dispositivo de administración de fármacos que transforma los medicamentos en una niebla que luego se inhala en los pulmones. El médico también puede recetar medicamentos para diluir la mucosidad, dilatar las vías respiratorias y disminuir la inflamación.
La cirugía puede ser una opción para algunos pacientes. Cortar una vía respiratoria dañada puede ayudar, o extirpar parte del pulmón que actúa como reservorio de infecciones frecuentes. En los casos graves puede considerarse un trasplante de pulmón.
La bronquiectasia puede desarrollarse a cualquier edad. Comienza con mayor frecuencia en la infancia, pero los síntomas pueden no aparecer hasta mucho más tarde.
Por lo general, existe una afección médica subyacente, una enfermedad hereditaria como la fibrosis quística, o un desencadenante ambiental como la exposición a gases cáusticos, una infección pulmonar importante o una vía respiratoria obstruida. Aunque hay muchas causas posibles de las bronquiectasias, también hay cada vez más opciones de tratamiento disponibles.

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