Se suponía que las cosas iban a ir como en las películas. Nora le decía a su mejor amigo que lo amaba, él sentía lo mismo y luego se besaban, preferiblemente bajo la lluvia. Así que cuando la directora de arte de 30 años declaró su amor a su mejor amigo cuando aún eran adolescentes, esperaba un final feliz. «Estaba convencida de que si son mejores amigas y una de ellas empieza a sentir algo, la otra persona le correspondería». Lamentablemente, no iba a ser así.
«Le dije: ‘Estoy enamorada de ti y deberíamos intentarlo'», recuerda Nora, «y él no pudo mirarme a los ojos. Yo estaba como: ‘¡Oh, Dios, oh Dios, he cometido un gran error!'». Le dijo unas palabras amables y la dejó caer con suavidad. Humillada, Nora se echó a llorar.
Si hay algo en lo que la cultura pop puede estar de acuerdo es en que la amistad platónica puede convertirse en un gran romance -de ahí la definición del género Cuando Harry conoció a Sally, la loca carrera de Ross por el aeropuerto en Friends y el matrimonio de Ron y Hermione en las novelas de Harry Potter.
«Ves ese tropo una y otra vez», dice Nora. «Son como un hermano y una hermana, luego sucede algo mágico y empiezan a ver a esa persona de forma diferente». Pero, en la vida real, las cosas no siempre salen bien. Cuál es la mejor manera de decirle a un amigo que estás enamorado de él?
Siéntate con tus sentimientos durante un tiempo, aconseja Simone Bose, terapeuta de relaciones en Relate. «Si vas a dar ese paso, pregúntate: ¿vas en serio con esto?». Busca señales que indiquen que podrían estar interesados románticamente en ti. «¿Es una amistad intensa? ¿Siente a veces que se cruzan los límites?» Las pistas pueden ser si no dejáis de tocaros o evitáis hablar de parejas sexuales a su alrededor.
Nora desearía haber leído las señales. «No me había dado ningún indicio de que estuviera interesado en mí románticamente en absoluto, y los amigos habían tratado de decírmelo con mucha delicadeza, pero yo no lo escuchaba.»
Keith, que tiene 61 años y es de Bristol, ama a una amiga íntima desde hace más de una década, durante la cual incluso la ha incluido en su testamento, pero ha decidido no decírselo. «La quiero mucho», explica, «pero no me atrevo a sacar el tema porque podría desbaratar lo que tenemos actualmente». Se esfuerza por ser filosófico: «Oye, no siempre conseguimos lo que queremos».
Quizás necesite un «Cupido». Así es como Janette Miller, de 76 años, describe al hombre que la ayudó a conseguir un matrimonio muy feliz de 30 años. «Miles tenía 34 años y yo 21; nos conocimos cuando aprendíamos a patinar sobre hielo. Miles se convirtió en mi amigo y compañero de baile durante ocho años. Pero, para él, yo no era más que un par de patines en las piernas. Un día, nuestro amigo común Noel me dijo que debía casarme con Miles. Le dije que sería perfecto, pero que él nunca me veía así. Por suerte para mí, Noel le había dicho lo mismo a Miles, y éste empezó a cortejarme».
Si no estás seguro de que tu mejor amigo pueda sentir algo por ti, Bose tiene una solución sencilla. «¡Coquetea! Trata de medir si reaccionan de forma positiva o si se ven realmente incómodos». Pero ten en cuenta que el coqueteo puede pasarles por encima. Cuando Asher Alexander, publicista de 28 años de Barnet, invitó a su mejor amiga, Rae, al cine, pensó que estaba claro que le estaba pidiendo una cita. Pero a ella se le escaparon sus intenciones. «Después de la película, le dije: ‘Mira, deberíamos hacer de esto algo oficial y salir como es debido'». Rae estaba tan sorprendida que se rió en su cara. Felizmente, se ablandó con el tiempo; seis años después, se van a casar.
Lo que no debes hacer es decirle a tu amigo que le quieres cuando estás borracho o drogado. «Puedes comportarte de una forma emocionalmente más catastrófica», advierte Bose. «Las cosas se te pueden ir de las manos muy rápidamente. Así que ten la confianza de compartir tus sentimientos cuando estés sobrio». Keira, de 28 años, aprendió esto por las malas después de confesar sus sentimientos por su mejor amiga tras tomar MDMA en una noche de fiesta. «No fue sólo: ‘Estoy colocada y sólo digo esto porque estoy colocada'», aclara la editora, de Londres. «Lo creí de verdad en ese momento. Llevaba mucho tiempo pensándolo y lo solté antes de procesarlo». Él respondió positivamente e hicieron planes para tener una cita. Pero a medida que se acercaba, Keira empezó a tener dudas. «Pensaba: ‘¿Me gusta de verdad? Es un gran tipo, pero no podría imaginarnos teniendo sexo'». Así que hizo algo de lo que se arrepiente profundamente: lo dejó como fantasma. «Es probablemente la peor cosa absoluta que le he hecho a un amigo»
Alex, de 27 años, que trabaja en la industria de la moda, se enamoró de su mejor amigo. Cuando se conocieron en 2015, «fue amor a primera vista». Congeniaron en todo: su infancia, sus valores y sus fotógrafos favoritos. «Conecté con él de una manera que he conectado con pocos seres humanos en esta Tierra». Pero Alex nunca ha dicho nada. ¿Por qué? Porque su amigo es heterosexual. «No ganaba nada con decírselo, porque sabía que no le gustaba en ese sentido»
Al final, Alex tuvo que dar un paso atrás en la amistad porque se volvió demasiado dolorosa. Sabe que tomó la decisión correcta. «Creo que él lo sabe y, en el fondo, creo que sí me quería de alguna manera. Solía decir que yo era como su alma gemela, o su hermano, como un hermano del alma. No creía en el amor a primera vista ni en las almas gemelas hasta que le conocí. Si hay una versión platónica de un alma gemela…» Se calla. «La conexión fue muy fuerte y muy real».
Tenga en cuenta la transición de una relación física a una sexual. Para Tom, redactor publicitario de 31 años, que mantiene una relación con su mejor amigo desde hace dos años, fue fácil. «El sexo fue totalmente mental y tan pronto como ocurrió los dos estábamos como: ‘Bueno, si somos mejores amigos y el sexo es mental… somos inseparables desde entonces'». ¿Pero qué pasa si el sexo se siente incómodo, como si estuvieras besando a tu hermano o hermana? «Déjate llevar por la corriente y por lo que deseas, en lugar de forzarlo», dice la terapeuta sexual Miranda Christophers. Si en algún momento no te sientes bien, tómate un tiempo. «Piensa por qué no te sientes bien. Concéntrate en esa sensación y pregúntate: ‘¿Sólo me siento nerviosa, o es que realmente no quiero estar haciendo esto?’ En cuyo caso, tienes que recordar que ellos son tus amigos, ante todo, y debes ser honesta con ellos y decirles: ‘No se siente bien.'»
Cuando las cosas salen bien, enamorarse de tu mejor amigo puede ser mágico. «No tengo nada que ocultar de ella», dice Alexander. «Puedo ser mi yo más completo, y abierto, y nunca tengo que sucumbir a ninguna de esas mierdas de la masculinidad tóxica en las que tengo que ‘ser el hombre’.»
¿El inconveniente? «Puede ser claustrofóbico», dice Tom. «A veces estamos teniendo una riña y nuestro WhatsApp grupal se dispara y veo que ella responde a él, aunque esté ignorando mis mensajes». Alexander nunca ha sido capaz de guardar un secreto a Rae, porque ella lo conoce muy bien. «Es muy buena leyendo mi tono de voz y mi expresión facial. Es muy difícil mantener las cosas en secreto. Creo que nunca le he hecho un regalo sorpresa sin que ella sepa lo que es una semana antes.»
¿Y qué pasa si la relación no funciona? En una palabra: comunicarlo. «Di: ‘Esto es difícil, pero vamos a solucionarlo, porque queremos ser amigos'», aconseja Bose. «Eso puede ser complicado, porque una vez que se ha traspasado la línea es difícil volver atrás. Pero no es imposible». Ellen, una directora de recursos humanos de 26 años de Ashford, es la prueba de que se puede volver a la amistad de forma amistosa. Descubrió su amor por su mejor amigo como lo hacen en las películas: besándolo bajo la lluvia. (Fue menos cinematográfico de lo que parece: estaban borrachos, esperando un autobús nocturno y de pie junto a unos contenedores). Después de tres años de relación, rompieron en 2016. «La pasión había desaparecido y volvimos a ser amigos». Como ambos sentían lo mismo al mismo tiempo, la ruptura no tuvo roces. «Nuestra amistad sigue siendo igual de fuerte. Puedo hablar con él de cualquier cosa en cualquier momento»
Algunos nombres y datos identificativos han sido cambiados. Reportaje adicional de Rachel Obordo
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