Los huevos forman parte del sistema reproductivo de la gallina. Cuando una gallina alcanza la madurez, las condiciones de iluminación desencadenan las hormonas para iniciar el ciclo de puesta de huevos. Una gallina tarda unas 25 horas en crear un huevo desde el principio hasta el final. En cuanto se pone un huevo, se empieza a formar otro. Qué suerte!
Los huevos se forman por capas, empezando desde dentro hacia fuera.
La yema – Comienza con la formación de la yema en el ovario de la gallina. Cuando la yema alcanza el tamaño adecuado, se libera en el oviducto, donde se formará el resto del huevo.
La clara – En su recorrido por el oviducto, la siguiente capa que se añade es la clara del huevo (albúmina). Esta capa tarda unas 3 horas en formarse.
La Membrana de la Cáscara – La siguiente capa que se añade en el oviducto es la membrana de la cáscara. Esta capa tarda aproximadamente 1,25 horas. Es una capa muy fina entre la clara del huevo y la cáscara, y casi parece papel de seda. ¿Has roto alguna vez la cáscara de un huevo pero el huevo no se ha roto? La membrana de la cáscara seguía intacta manteniendo todo unido.
La cáscara – El huevo llega entonces al útero de la gallina, también conocido como la glándula de la cáscara. Aquí es donde se añade la cáscara al huevo. La cáscara también se forma en capas a lo largo de 19 horas, donde también se añade el pigmento. Todas las cáscaras de los huevos comienzan siendo blancas. Durante el proceso de formación de la cáscara se añaden pigmentos azules y marrones. El color del pigmento depende de la raza de la gallina.
Una nota interesante sobre la coloración del huevo. El pigmento marrón se añade en último lugar en la formación de la cáscara del huevo. Sólo se encuentra en la superficie del huevo. Cuando se abre un huevo marrón, el interior de la cáscara será blanco. El pigmento azul se añade al principio del proceso de formación de la cáscara. El color penetra en toda la cáscara. Al abrir un huevo azul, el interior de la cáscara será azul. Los huevos verdes son una combinación de pigmentos marrones y azules. Los huevos blancos no contienen ningún pigmento.
La pruina – La pruina es la capa protectora o cutícula que cubre la cáscara del huevo y es la última capa que se añade en la formación del huevo. Se añade después de que el huevo salga del útero, justo antes de que salga de la cloaca de la gallina. Esta capa sella las bacterias y mantiene la humedad dentro del huevo. Dejar la cubierta intacta le ayudará a mantener sus huevos más frescos, durante más tiempo.