I-69 – Evansville a Indianápolis
La nueva I-69 entre Evansville e Indianápolis es un componente clave para la futura vitalidad económica del suroeste de Indiana, y conectará toda una región con un mejor acceso a los puestos de trabajo, la educación y la asistencia sanitaria.
En la década de 1970, un grupo de visionarios comenzó a soñar con una «Autopista del Suroeste de Indiana» que conectara Evansville con Bloomington. En 1991, el Congreso propuso un «Nuevo Sistema Nacional de Carreteras» y el sueño echó raíces como parte de un nuevo corredor I-69. Designada como uno de los seis corredores del futuro, la I-69 se extenderá en última instancia desde México hasta Canadá, convirtiéndose en una arteria principal de norte a sur para el movimiento de bienes y servicios en los Estados Unidos.
A finales de 1999, se inició un Estudio de Impacto Ambiental (EIS) de nivel 1 para la parte de la I-69 que va de Evansville a Indianápolis. Este EIS examinó una amplia gama de posibles corredores de autopistas para unir Evansville e Indianápolis. En diciembre de 2003, se emitió una Declaración de Impacto Ambiental Final (FEIS) para la I-69 que recomendaba la Alternativa 3C como el corredor preferido para la I-69. La Administración Federal de Carreteras seleccionó la alternativa 3C para la I-69 en su Registro de Decisión (ROD) con fecha de 24 de marzo de 2004. El FEIS y el ROD dividieron el corredor de 142 millas en seis secciones, allanando el camino para el inicio de los estudios de nivel 2 para la I-69.
Los estudios ambientales de nivel 2 se han completado para todas las secciones de la I-69 desde Evansville hasta Indianápolis. Gracias al compromiso de los gobernadores Mitch Daniels, Mike Pence y Eric Holcomb, la I-69 ha avanzado rápidamente en su construcción. Las secciones 1 a 5 de Evansville a Martinsville ya están abiertas al tráfico. Algunos trabajos fuera de línea en la Sección 6 comenzarán en 2019, con la mayor parte de la construcción de la línea principal comenzando en 2021. Está previsto que la sección 6 esté terminada en 2024, creando ese corredor tan esperado de tráfico de flujo libre desde Evansville a Indianápolis.
En el punto álgido de la construcción en 2012, la I-69 fue el proyecto de construcción de una nueva carretera interestatal contigua más largo de Estados Unidos, lo que sitúa a Indiana en una posición envidiable para atraer nuevos puestos de trabajo en un mercado global competitivo.