La Calzada de los Gigantes (o en irlandés: Clochán na bhFómharach) es un área de unas 40.000 columnas de basalto entrelazadas, resultado de una antigua erupción volcánica. Se encuentra en la costa noreste de Irlanda del Norte, a unos tres kilómetros al norte de la ciudad de Bushmills. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, y Reserva Natural Nacional en 1987 por el Departamento de Medio Ambiente de Irlanda del Norte. En una encuesta realizada en 2005 entre los lectores de Radio Times, la Calzada del Gigante fue nombrada la cuarta maravilla natural más grande del Reino Unido. La parte superior de las columnas forma escalones que salen del pie del acantilado y desaparecen bajo el mar. La mayoría de las columnas son hexagonales, aunque también hay algunas con cuatro, cinco, siete y ocho lados. Las más altas tienen unos 12 metros de altura, y la lava solidificada de los acantilados tiene 28 metros de grosor en algunos puntos.
La Calzada del Gigante es hoy en día propiedad del National Trust y está gestionada por él, y es la atracción turística más popular de Irlanda del Norte.
Durante el período Paleógeno, Antrim estuvo sometido a una intensa actividad volcánica, cuando el basalto fundido altamente fluido intruyó a través de los lechos de tiza para formar una extensa meseta de lava. Al enfriarse rápidamente la lava, se produjo una contracción. Mientras que la contracción en la dirección vertical redujo el grosor del flujo (sin fracturarlo), la contracción horizontal sólo se pudo acomodar mediante el agrietamiento de todo el flujo. La extensa red de fracturas produjo las distintivas columnas que se ven hoy en día. Los basaltos formaban originalmente parte de una gran meseta volcánica llamada Meseta de Thulean, que se formó durante el Paleógeno.
La leyenda cuenta que el gigante irlandés Fionn mac Cumhaill (Finn McCool) construyó la calzada para caminar hasta Escocia y luchar contra su homólogo escocés Benandonner. Una versión de la leyenda cuenta que Fionn se quedó dormido antes de llegar a Escocia. Al no llegar, el mucho más grande Benandonner cruzó el puente en su busca. Para proteger a Fionn, su esposa Oonagh le puso una manta para que pudiera fingir que era su hijo pequeño. En una variante, Fionn huyó al ver el gran volumen de Benandonner y pidió a su esposa que lo disfrazara de bebé. En ambas versiones, cuando Benandonner vio el tamaño del «bebé», supuso que el supuesto padre, Fionn, debía ser realmente gigantesco. Por lo tanto, Benandonner huyó aterrorizado a su casa, arrancando la Calzada por si le seguía Fionn.
Otra variación es que Oonagh pintó una roca con forma de filete y se la dio a Benandonner, mientras que al bebé (Fionn) le dio un filete normal. Cuando Benandonner vio que el bebé era capaz de comérselo con tanta facilidad, salió corriendo, destrozando la calzada.