Las costras en la nariz pueden ser causadas por una variedad de factores, pero la mayoría son cuestiones simples que se curan sin complicaciones. Las causas más comunes son:
Alergias
Los alérgenos pueden hacer que el interior de la nariz pique, lo que puede llevar a frotar o rascar la nariz. Esto puede causar daños en los tejidos del interior.
Esto puede causar inflamación, sangrado y la formación de una costra. Incluso sin frotarse o rascarse, la inflamación continua de las alergias puede ser lo suficientemente irritante como para causar la formación de costras.
Irritantes
Ciertos productos químicos pueden irritar la nariz, causando inflamación y costras. Entre los irritantes más comunes se encuentran:
- los vapores de los productos de limpieza
- los productos químicos industriales
- el humo de los cigarrillos
- los cigarros
Soplar la nariz con demasiada fuerza
Soplar la nariz es a menudo necesario y útil. Sin embargo, sonarse con demasiada fuerza puede hacer más daño que bien.
Soplar con fuerza la nariz no sólo puede forzar la mucosidad a volver a los senos paranasales, sino que también puede dañar e irritar el interior de la nariz.
Las personas que se suenan la nariz con demasiada fuerza y con demasiada frecuencia pueden notar sangrado y costras en el interior de la nariz. Sonarse con fuerza repetidamente puede arrancar la costra, lo que provoca más sangrado y costras repetidas.
Traumatismos o hurgar en la nariz
Una lesión en la nariz en un accidente o en el deporte puede dañar el tejido interior, lo que provoca sangrado y costras.
De forma similar, hurgar en la nariz puede dañar el interior de la nariz. Tanto los niños como los adultos pueden ser culpables de este hábito, especialmente cuando un resfriado o las alergias provocan una acumulación de mucosidad en la nariz.
La rinotillexomanía es el término médico para el hurgado crónico de la nariz. En el hurgado crónico o compulsivo de la nariz, la formación de costras puede incitar a la persona a sonarse o hurgarse la costra, provocando más sangrado, costras y un ciclo continuo que no permite que la nariz se cure.
El uso excesivo de sprays nasales
Algunos sprays nasales contienen un fármaco conocido como oximetazolina, que está diseñado para reducir los vasos sanguíneos de la nariz, ayudando a que se sienta menos congestionada.
Aunque puede ayudar a que la nariz se sienta mejor inicialmente, el uso de estos sprays con demasiada frecuencia puede conducir a la sequedad, la irritación y el aumento de la congestión en la nariz.
Todos estos factores aumentan el riesgo de costras dentro de la nariz.
Los herpes labiales (virus del herpes simple)
Aunque los herpes labiales son más comunes alrededor de la boca, pueden aparecer en otros lugares, incluso dentro de la nariz.
Los herpes labiales son el resultado de una infección del virus del herpes simple (VHS). Un herpes labial suele comenzar con una sensación de ardor y hormigueo, seguida de una llaga que forma una costra.
Granos o forúnculos
El interior de la nariz contiene folículos pilosos que pueden infectarse con bacterias. Como resultado, puede aparecer un forúnculo o grano lleno de pus.
Los forúnculos y los granos pueden causar dolor e irritación. Si se rascan o revientan, pueden producirse hemorragias y costras.
Consumo de drogas
La inhalación de drogas, como las metanfetaminas, la cocaína y la heroína, puede causar un daño importante en el interior de la nariz.
La irritación y las costras en la nariz son comunes con el consumo de estas drogas. También pueden desgarrar, o perforar, el tabique del interior de la nariz, dando lugar a complicaciones graves, como la necrosis (muerte del tejido) y agujeros en la nariz.
Cáncer de los senos paranasales y de la cavidad nasal
El cáncer de la cavidad nasal, o cáncer paranasal, puede causar una serie de síntomas, como la congestión continua y las hemorragias nasales. Esto puede provocar irritación y costras.
Otros síntomas del cáncer paranasal incluyen cambios en el sentido del olfato de la persona, entumecimiento o dolor en la cara y cambios en la visión.
Las costras en la nariz y la congestión no suelen ser signos de cáncer. Si una persona está preocupada, un médico puede descartar esta causa con las pruebas o exámenes necesarios.