Si se trata a tiempo, es poco probable que la gonorrea provoque complicaciones o problemas a largo plazo. Sin embargo, si no se trata, puede extenderse a otras partes del cuerpo y causar problemas graves.
Cuantas más veces se tenga gonorrea, más probabilidades hay de tener complicaciones.
En las mujeres, la gonorrea puede extenderse a los órganos reproductores y causar una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Se estima que esto ocurre en un 10 a 20% de los casos de gonorrea no tratada. La EPI puede provocar dolor pélvico a largo plazo, embarazo ectópico e infertilidad.
Durante el embarazo, la gonorrea puede causar:
- aborto espontáneo
- parto prematuro
- que el bebé nazca con conjuntivitis
Si el bebé no se trata rápidamente con antibióticos, existe el riesgo de que se produzcan daños progresivos y permanentes en la visión.
En los hombres, la gonorrea puede causar una infección dolorosa en los testículos y la próstata, que puede conducir a una reducción de la fertilidad en un pequeño número de casos.
En casos raros, cuando la gonorrea se ha dejado sin tratar, puede extenderse por el torrente sanguíneo y causar infecciones potencialmente mortales en otras partes del cuerpo (sepsis).