Todos los nuevos profesores tienen el mismo reto: Hacer lo mejor que pueda para cubrir el material de la manera más atractiva durante todo el año. Suena sencillo, ¿verdad? No se preocupe: muchos de sus compañeros de primer año coinciden en que no es nada sencillo ni simple.
Pero el mapa curricular no tiene por qué ser una bestia: puede facilitarle la vida de muchas maneras, ayudándole a establecer expectativas realistas para sus alumnos y a gestionar la enseñanza de una materia compleja durante un tiempo prolongado.
Componentes de un aula bien planificada
Antes de poner el lápiz en el papel -o el dedo en el teclado- hay que tener en cuenta varias cosas. Sin una idea sólida de sus propias expectativas, nunca podrá desarrollar el plan de estudios más atractivo y apropiado para el desarrollo de sus alumnos. Le aconsejo que tenga en cuenta los siguientes puntos antes de trazar su plan de estudios.
Capacidades de los alumnos: Es imprescindible que conozcas las capacidades de tus alumnos antes de planificar un plan de estudios con el que puedan comprometerse. Si va a comenzar en agosto sin tener idea de cuáles pueden ser las necesidades de sus alumnos, establecer algunas evaluaciones y realizar conferencias con esos estudiantes al comienzo del año puede ser útil.
Está buscando determinar cosas tales como si sus estudiantes están en el nivel del grado -o por delante o por detrás del nivel del grado- para las habilidades que son relevantes para su clase, y cualquier necesidad especial que sus estudiantes puedan tener.
Iniciativas del edificio y del distrito: Tener una conversación con su director antes de que comience el año escolar puede ayudarle a aclarar las expectativas que tienen para usted como profesional. Cada administrador tiene su propio enfoque y preocupaciones sobre la cultura del edificio. Es posible que su administrador quiera centrarse en ayudar a los alumnos a desarrollar habilidades de lectura y fonética en todo el plan de estudios, o en crear tareas de pensamiento de orden superior en las lecciones. Una conversación honesta sobre sus preocupaciones puede ayudar a informar las decisiones sobre su plan de estudios de una manera crítica.
También puede utilizar esta conversación para preguntar sobre las iniciativas del edificio o del distrito que deben ser prioritarias para usted en el aula. Es posible que su distrito quiera que se centre en asignar pasajes de no ficción, en incorporar ejercicios de matemáticas y de pensamiento lógico en sus lecciones o en centrarse en la adquisición de vocabulario en cada asignatura.
Libros de texto y materiales: Libro de texto no es siempre una mala palabra. Especialmente para un profesor nuevo, el libro de texto puede proporcionarle una idea sólida de las expectativas de aprendizaje, el vocabulario esencial de los contenidos y una gran cantidad de otros recursos que, como mínimo, están basados en la investigación.
Sin embargo, el libro de texto es sólo un punto de partida y un recurso. Sea flexible y no olvide dar su propio giro a las cosas en el aula. El libro de texto no conoce las necesidades individuales de tus alumnos, y por algo te contrataron para dar tu clase en persona.
Ritmo: ¿Mi mejor consejo sobre el ritmo? Sea audaz y luego sea flexible. Me parece que establecer expectativas altas desde el principio es la mejor manera no sólo de desafiar a los estudiantes, sino también de averiguar con qué contenido están luchando y cómo modificar mejor la gestión del aula y las estrategias de instrucción para satisfacer sus necesidades. No pasa nada si no lo haces bien en tu primer mes de docencia; no somos muchos los que lo hacemos.