Cruzar las piernas mientras se está sentado es un hábito común. La mayoría de las personas ni siquiera se dan cuenta de que lo están haciendo cuando se sientan. Aunque le parezca cómodo sentarse con una rodilla cruzada sobre la otra, podría estar causando problemas de salud de los que no es consciente.
Un estudio publicado en Blood Pressure Monitoring afirmó que sentarse con las piernas cruzadas puede aumentar la presión arterial. La razón por la que esto ocurre es porque la sangre de las piernas debe trabajar contra la gravedad para ser bombeada de vuelta al corazón. Cruzar una pierna sobre la otra aumentará la resistencia vascular, dificultando la circulación de la sangre.
No hay efectos inmediatos, pero si te sientas durante largos periodos de tiempo es importante que tomes nota del tiempo que tienes las piernas cruzadas. No deberías mantener las piernas cruzadas durante más de 15 minutos seguidos, y es beneficioso que te levantes y camines cada hora aproximadamente. Esto ayudará a mantener una mejor circulación que promoverá un sistema vascular más saludable.
Además de los efectos en la salud vascular, su salud musculoesquelética también puede verse afectada por el cruce prolongado de piernas. Cruzar una pierna por encima de la otra creará desequilibrios temporales en las regiones de la columna vertebral y la pelvis.
Estos desequilibrios físicos pueden conducir a patrones de estrés musculoesquelético, dando lugar a síntomas como el dolor de cuello y espalda. Lo ideal para su cuerpo es sentarse con los pies plantados en el suelo, separados a la anchura de las caderas. Sin embargo, no es tan fácil mantener una postura perfecta todo el día en la oficina. Cuando te sientas con las piernas cruzadas, tus caderas tienden a adoptar una posición torcida, lo que puede hacer que uno o ambos huesos de la pelvis giren fuera de la alineación. Dado que el hueso pélvico sostiene la columna vertebral, esto puede causar desequilibrios en la espalda y el cuello.
También puedes notar que cuando te sientas con las piernas cruzadas durante largos periodos de tiempo, tus pies y piernas se vuelven un hormigueo o tienen la sensación de estar dormidos. Esto se debe a que cuando una pierna se apoya sobre la otra, se produce una presión sobre los vasos y nervios de las piernas. Esto puede causar entumecimiento y/o parálisis temporal en las piernas, los tobillos o los pies. Aunque la sensación de incomodidad puede durar sólo uno o dos minutos, cruzar repetidamente las piernas durante períodos prolongados hasta que se sientan entumecidas puede causar daños en los nervios.
La próxima vez que se siente, intente adquirir el hábito de sentarse con ambos pies en el suelo. Los pacientes con una mala postura, que incluye sentarse con las piernas cruzadas, requerirán potencialmente cuidados quiroprácticos de forma más regular.
Otra forma de verlo es que mantener una mejor postura manteniendo las piernas sin cruzar mientras se está sentado durante periodos prolongados le ayudará a mantener sus ajustes quiroprácticos. No sólo ayudará a su postura y alineación, sino que también promoverá una mejor salud vascular a largo plazo.