Los nombres de Gran Bretaña y Reino Unido suelen utilizarse indistintamente. Sin embargo, en realidad no son sinónimos. La razón de los dos nombres, y la diferencia entre ellos, tiene que ver con la amplia historia de las Islas Británicas.
Las Islas Británicas son un grupo de islas situadas frente a la costa noroeste de Europa. Las mayores de estas islas son Gran Bretaña e Irlanda. (Las más pequeñas incluyen la Isla de Wight.) En la Edad Media, el nombre de Gran Bretaña también se aplicó a una pequeña parte de Francia que ahora se conoce como Bretaña. Como resultado, se empezó a utilizar Gran Bretaña para referirse específicamente a la isla. Sin embargo, ese nombre no tuvo significado oficial hasta 1707, cuando los reinos rivales de la isla, Inglaterra y Escocia, se unieron como el Reino de Gran Bretaña.
Irlanda, mientras tanto, había sido efectivamente una colonia inglesa desde el siglo XII, y tras la aparición de Gran Bretaña, permaneció bajo la influencia de la corona británica. En 1801 se unió formalmente a Gran Bretaña como una sola entidad política, que pasó a llamarse Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, o Reino Unido para abreviar. Sin embargo, la unión sólo duró hasta 1922, cuando Irlanda (con la excepción de seis condados del norte) se separó. Irlanda pronto se convirtió en una república soberana, y su antiguo socio adoptó el nombre oficial de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Gran Bretaña, por tanto, es un término geográfico que se refiere a la isla también conocida simplemente como Gran Bretaña. También es un término político para la parte del Reino Unido formada por Inglaterra, Escocia y Gales (incluyendo las islas periféricas que administran, como la Isla de Wight). Reino Unido, por otro lado, es un término puramente político: es el país independiente que abarca toda Gran Bretaña y la región que ahora se llama Irlanda del Norte.