Los cálculos del conducto salival, también llamados sialolitos, son depósitos de minerales en los conductos, o tubos, que drenan las glándulas salivales. Cuando los conductos están parcial o totalmente bloqueados por estos diminutos cálculos ricos en calcio, la saliva se acumula y puede causar dolor e hinchazón.
Aunque es más frecuente en los adultos mayores, los cálculos pueden provocar una dolorosa infección de una glándula salival en los niños. La infección, denominada sialadenitis, puede estar causada por bacterias estafilocócicas o estreptocócicas. La sialadenitis también puede producirse en los bebés durante las primeras semanas de vida.
Se desconoce la causa exacta de los cálculos del conducto salival, pero pueden estar relacionados con:
- La deshidratación, que espesa la saliva
- La disminución de la ingesta de alimentos, que reduce la demanda de saliva
- Los medicamentos que disminuyen la producción de saliva, incluidos ciertos antihistamínicos, medicamentos para la presión arterial y medicamentos psiquiátricos
Los cálculos del conducto salival son uno de los trastornos más comunes de las glándulas salivales. Los cálculos de los conductos salivales afectan con mayor frecuencia a las glándulas submandibulares, que se encuentran debajo de la mandíbula y se vacían detrás de los dientes frontales inferiores. También pueden afectar a las glándulas parótidas, situadas en la parte superior de ambas mejillas, cerca de las orejas. El conducto de cada glándula parótida desemboca en el interior de la mejilla, cerca de los dientes posteriores superiores. Con menos frecuencia, se encuentran en las glándulas sublinguales, que se sitúan debajo de la lengua y vacían la saliva en el suelo de la boca.
Otros trastornos comunes de las glándulas salivales son las ránulas y los tumores de las glándulas salivales.