¿Cómo se fabrican los OGM y cómo funcionan?

Los OGM se crean seleccionando e insertando un gen concreto en una planta para producir un rasgo deseado, como la resistencia a los pesticidas.

Los agricultores han cultivado plantas de forma selectiva durante miles de años. Eligiendo una planta, por ejemplo, en función de su capacidad para sobrevivir a determinadas condiciones o de la cantidad de semillas que produce. Los agricultores también buscaban mejorar las plantas cruzándolas con especies afines que tuvieran otras características deseables. Este tipo de cría selectiva o tradicional implica el cruce de miles de genes, que es diferente de cómo se hacen los OMG. La creación de organismos modificados genéticamente (OMG), es un proceso más científico.

¿Cómo se fabrican los OMG?

Cuando los científicos modernos crean una planta modificada genéticamente, el proceso comienza identificando un rasgo deseado, – la resistencia a un insecto o la capacidad de tolerar condiciones de sequía, por ejemplo. Para determinar cómo hacer un OMG con este rasgo deseado, los científicos deben buscar primero esos genes en la naturaleza, buscando otros organismos, incluidas otras plantas y microbios, que presenten el rasgo que quieren expresar en la planta modificada genéticamente. Una vez que han identificado un rasgo y aislado el gen o los genes específicos que controlan el rasgo, el siguiente paso en el desarrollo es transferir el gen deseado a una planta de cultivo.

Semillas OGM

La planta mejorada se somete a pruebas exhaustivas y los investigadores buscan las diferencias entre la planta modificada genéticamente (MG) y su homóloga convencional. Al igual que ocurre con otros métodos de cultivo, las plantas que no rinden no son seleccionadas para avanzar en el proceso de desarrollo y no llegan al mercado. El «rendimiento» de las plantas modificadas genéticamente incluye el cumplimiento de estrictos requisitos de seguridad.

Antes de que una planta modificada genéticamente llegue al mercado, se realizan más de 75 estudios diferentes sobre los cultivos modificados genéticamente para garantizar que son seguros para las personas, los animales y el medio ambiente. Estos datos son revisados por hasta tres agencias reguladoras en Estados Unidos -el USDA, la EPA y la FDA- y la planta transgénica debe ser aprobada por estas agencias antes de poder ser comercializada. Las agencias reguladoras mundiales de más de 75 países han revisado la seguridad de los cultivos modificados genéticamente y no han encontrado ningún riesgo.

Historia de la modificación de cultivos

Los agricultores han cambiado intencionadamente la composición genética de todos los cultivos que cultivan y del ganado que crían desde que comenzó la agricultura doméstica hace 10.000 años. Todas las frutas, verduras y cereales que se comercializan hoy en día han sido modificados genéticamente mediante la intervención humana y la cría selectiva, incluidas las semillas ecológicas y las autóctonas. El cultivo de plantas comenzó hace siglos, cuando los agricultores cruzaron selectivamente las plantas para desarrollar variedades de semillas mejoradas. Lea nuestro artículo sobre la historia de los transgénicos para saber más.

Historia de los cultivos transgénicos

3 tipos de modificación genética

Hay muchas técnicas de mejora utilizadas para desarrollar semillas para la agricultura moderna, y suelen agruparse en tres categorías. Cada una de estas técnicas de modificación genética puede utilizarse para desarrollar una nueva variedad de planta, a veces de forma continuada durante muchos años. Por ejemplo, las semillas desarrolladas a través de la cría selectiva pueden ser alteradas de nuevo a través de la mutagénesis y luego alteradas de nuevo utilizando la ingeniería genética.

  • Cría selectiva («cría tradicional»): Los primeros fitomejoradores buscaban y cruzaban plantas que tuvieran las características que deseaban. Han cruzado plantas dentro de una especie y entre especies desde hace miles de años. La cría tradicional de diferentes especies de hierba condujo al desarrollo, con el tiempo, del maíz moderno a partir de su ancestro el teosinte. Y el trigo panificable actual se creó cruzando, a lo largo del tiempo, al menos 11 especies diferentes.

  • Mutagénesis («cría por mutación»): A partir de la década de 1920, los fitomejoradores empezaron a buscar más diversidad de la que podían conseguir mediante la cría selectiva para crear nuevos rasgos. Empezaron a introducir cambios en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de las plantas exponiendo las semillas a productos químicos o a la irradiación gamma y seleccionando después las plantas que mostraban los rasgos deseados. Se han desarrollado más de 3.200 variedades de productos vegetales de consumo habitual utilizando la mutagénesis, incluyendo variedades de pomelo rojo, plátanos, cacahuetes, menta y arroz.

  • Ingeniería genética («GE» / «GMO»): A finales del siglo XX, los avances tecnológicos han permitido ampliar la diversidad genética de los cultivos. Durante años, científicos de universidades, gobiernos y empresas investigaron intensamente y perfeccionaron este proceso. Uno de los principales resultados han sido las semillas modificadas genéticamente que mantienen o aumentan el rendimiento de los cultivos al tiempo que requieren menos tierra y menos insumos, lo que disminuye el impacto de la agricultura en el medio ambiente y reduce los costes para los agricultores.

  • Mientras que los métodos de mejora selectiva y mutagénesis suelen implicar el cruce o la alteración de miles de genes, la ingeniería genética permite a los mejoradores seleccionar un rasgo o característica que existe en la naturaleza e insertar el gen o genes asociados en la planta objetivo. La ingeniería genética también permite a un obtentor realizar cambios en la composición de una planta sin ningún tipo de inserción, por ejemplo, silenciando («apagando») los genes existentes.

    Hasta ahora, sólo hay 10 cultivos transgénicos comercializados en Estados Unidos, pero hay otras plantas modificadas genéticamente aprobadas en otros países, y muchas más en desarrollo aquí y en todo el mundo, como la yuca, el caupí, la piña, el sorgo, los tomates y el trigo.

    Para más información sobre las aprobaciones internacionales, visite la base de datos de aprobaciones de transgénicos en ISAAA.org.

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