¿Qué es el dolor de espalda baja?
El dolor en la parte baja de la espalda (cintura o por debajo) es un problema muy común y afecta al 80 por ciento de los estadounidenses en algún momento de su vida. El dolor de espalda es una de las razones más frecuentes por las que la gente busca atención médica.
Es importante recordar que el dolor de espalda es un síntoma. Las causas más comunes del dolor de espalda son los problemas nerviosos y musculares, la enfermedad degenerativa del disco y la artritis. Sin embargo, el dolor procedente de otros órganos puede sentirse en la espalda. Otras afecciones médicas, como la apendicitis, las enfermedades renales, las infecciones pélvicas y los trastornos ováricos, entre otras, pueden causar dolor lumbar.
La mayoría de las veces, el dolor de espalda es relativamente leve, y el 80 por ciento de los episodios de dolor lumbar agudo se resuelven en seis semanas, independientemente de si se busca o no tratamiento. Sin embargo, los siguientes síntomas y señales de advertencia pueden sugerir una condición más seria y deben ser evaluados por un profesional.
Busque atención médica si el dolor:
- Se extiende por la pierna
- Aumenta cuando levanta la rodilla hacia el pecho o se agacha
- Se produce tras una caída o un traumatismo reciente
- Dura más de tres semanas
- Empeora cuando descansa, le despierta por la noche o se asocia con fiebre
- Se asocia con problemas de vejiga o intestino
- Se asocia con entumecimiento o debilidad en las piernas
¿Cuáles son los tratamientos convencionales para el dolor lumbar?
El aspecto más importante del dolor de espalda es cómo afecta a su capacidad para funcionar en su vida diaria. Así que, aunque es importante reducir el dolor, el énfasis del tratamiento no está sólo en eliminar el dolor, sino en mejorar su capacidad para funcionar lo máximo posible en sus actividades habituales.
Las opciones de tratamiento incluyen una variedad de enfoques conservadores, como medicamentos, ejercicio y fisioterapia, y asesoramiento, o incluyen enfoques más agresivos, como la cirugía.
1. Medicamentos: La elección de la medicación depende de si el dolor es muscular y óseo, nervioso o una mezcla de ambos.
Para el dolor muscular y óseo, las categorías generales de medicamentos utilizados incluyen:
- Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno
- Medicamentos narcóticos u opiáceos como la codeína o la hidrocodona. Estos no tratan la causa subyacente, sino que enmascaran la sensación de dolor
- Relajantes musculares, como Flexeril o Soma. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no recomienda el uso a largo plazo de relajantes musculares porque no son eficaces en la relajación real de los músculos después de dos semanas de uso.
- Antidepresivos tricíclicos
- Anticonvulsivos
- Antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como fluoxetina y paroxetina
- Antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina (IRSN), como effexor y cymbalta
- La disquectomía elimina la parte herniada de un disco para aliviar la presión sobre un nervio.
- La laminectomía elimina la lámina (estructura ósea) que se superpone al canal espinal para aliviar la presión del nervio causada por la estenosis espinal.
- La fusión espinal conecta permanentemente dos o más huesos de la columna vertebral.
- La terapia electrotérmica intradiscal (IDET) consiste en insertar una aguja calentada a través de un catéter en el disco, que engrosa y sella la pared del disco.
- La vertebroplastia inyecta cemento óseo en las vértebras comprimidas.
- La curcumina es el agente antiinflamatorio activo que se encuentra en la especia cúrcuma. Un gran estudio doble ciego demostró que la curcumina era tan eficaz como un potente fármaco antiinflamatorio para reducir el dolor, la hinchazón y la rigidez en pacientes con artritis reumatoide, y también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la inflamación posquirúrgica. Se recomienda un extracto estandarizado del 95 por ciento de curcumina derivada de la cúrcuma. La dosis diaria a considerar es de 400 a 600 mg, tomados de una a tres veces al día, cuando no se toma en combinación con otros productos. En teoría, no debe utilizarse con anticoagulantes de prescripción, pero no se han realizado ensayos clínicos en humanos para evaluar el riesgo de hemorragia.
- La bromelina, extraída de plantas de la familia de las bromeliáceas (como la piña), contiene enzimas antiinflamatorias que tienen la capacidad demostrada de suprimir la inflamación y el dolor de la artritis reumatoide y la osteoartritis, las lesiones deportivas y otras afecciones inflamatorias de las articulaciones. La bromelina también ayuda a descomponer la fibrina, minimizando así la hinchazón local. La dosis habitual es de 400 mg, de una a tres veces al día (puede utilizarse una dosis menor como parte de una formulación antiinflamatoria combinada). La bromelina no debe utilizarse con anticoagulantes recetados.
- La quercetina es un fitoquímico que se encuentra en la piel de las manzanas y las cebollas rojas y que bloquea la liberación de histamina y otras enzimas inflamatorias en dosis complementarias (mínimo 100-1500 mg al día). Aunque no hay estudios en humanos en este momento, las pruebas anecdóticas son sólidas para esta aplicación, al igual que la investigación experimental. No se conocen contraindicaciones ni interacciones farmacológicas.
Para el dolor de los nervios, algunos medicamentos que normalmente no están etiquetados como analgésicos (pero debido a sus propiedades, pueden ayudar al cuerpo a combatir el dolor) podrían ser útiles. Estos medicamentos, que ayudan al cuerpo a reprogramar los mensajes implicados en la transmisión de las señales de dolor, incluyen:
Los medicamentos esteroides, como Prednisona y Medrol, pueden ser útiles para aliviar el dolor y los brotes agudos de inflamación. Sin embargo, deben utilizarse con extrema precaución, especialmente si se utilizan durante más de una semana.
2. Terapia de frío o calor: El uso de la terapia de frío y calor puede aliviar el dolor y la tensión muscular en los días iniciales tras el comienzo del dolor de espalda. El frío o el hielo aplicados a la espalda pueden reducir la inflamación y la hinchazón al constreñir los vasos sanguíneos. El frío también actúa para ralentizar los impulsos nerviosos y hacer menos probable que los músculos se contraigan, reduciendo así el dolor. Algunos estudios demuestran que el calor es un método eficaz para el dolor de espalda agudo e inespecífico.
3. Estimulación eléctrica: La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) puede disminuir el dolor mediante la administración de una pequeña corriente eléctrica en puntos clave de una vía nerviosa. La corriente, suministrada a través de electrodos pegados a la piel, no es dolorosa ni perjudicial.
4. Terapia cognitiva conductual: Este tipo de terapia conversacional combina los intentos de identificar las creencias y los comportamientos negativos y poco saludables y sustituirlos por otros positivos y saludables. Se basa en la idea de que tus propios pensamientos determinan cómo te comportas. Esta terapia puede tener un papel en el caso del dolor lumbar crónico para el que no es evidente una causa física específica.
5. Programas de tratamiento multidisciplinar: Un enfoque multidisciplinar para tratar la lumbalgia puede incluir una combinación de ejercicio, fisioterapia, educación, terapia cognitiva conductual, asesoramiento vocacional y otras estrategias.
6. Inyecciones: Se pueden inyectar anestésicos, esteroides o narcóticos en los tejidos blandos, las articulaciones y otras zonas dentro y alrededor de la columna vertebral. El propósito de estas inyecciones es bloquear la conducción nerviosa, aliviando el dolor.
7. Cirugía: Hay varios tipos diferentes de cirugía de la espalda, dependiendo del problema subyacente que cause el dolor de espalda:
Considera todas tus opciones, y considera la posibilidad de obtener una segunda opinión de un especialista en columna vertebral cualificado antes de aceptar la cirugía de espalda.
¿Qué cambios en el estilo de vida se recomiendan para la lumbalgia?
Ejercicio y fisioterapia
La actividad física desempeña un papel importante en la recuperación del dolor de espalda y, en particular, en la ayuda para prevenir el dolor y la pérdida de función en el futuro. Un programa de ejercicios puede incluir alguno o todos los siguientes componentes: flexiones, estiramientos, entrenamiento de resistencia, desarrollo de la fuerza y actividad aeróbica. No existe un enfoque único para todos. Los programas de ejercicio son individualizados porque las personas tienen diferentes niveles de dolor y diferentes lesiones que causaron el dolor inicialmente.
Mejorar la fuerza, la resistencia y la función de su espalda ayuda a minimizar la posibilidad de recurrencia del dolor de espalda. Un estudio demostró que las personas que se ejercitaron después de un episodio inicial de dolor lumbar agudo tenían menos probabilidades de experimentar una recurrencia de ese dolor que las personas que no se ejercitaron después del dolor inicial.
Cualquier molestia leve que pueda sentir al comenzar un programa de ejercicios debería aliviarse gradualmente a medida que sus músculos se fortalezcan. La clave es comenzar un programa de ejercicios a un nivel bajo para asegurar su comodidad y una técnica adecuada, y luego progresar lentamente a medida que sus síntomas lo permitan. Los ejercicios para músculos específicos que estabilizan la columna vertebral pueden ayudar a reducir el dolor lumbar.
Dieta/Peso
La obesidad es una de las principales causas de dolor de espalda. Reducir su peso en sólo un 10 por ciento puede hacer una gran diferencia en la disminución del dolor de espalda. La grasa abdominal extra y el peso sobre la pelvis tiran del cuerpo hacia delante y ponen tensión en los músculos de la parte baja de la espalda. Aunque la obesidad no sea la causa del dolor, lo lleva a un nivel completamente nuevo. El peso adicional altera la postura y dificulta la alineación correcta del cuerpo para dormir bien. Esto requiere que los músculos de la espalda se encarguen de la tarea. Sigue una dieta saludable para mantener un peso ideal.
¿Cuáles son algunas terapias integradoras y prácticas curativas a tener en cuenta para el dolor lumbar?
El dolor lumbar suele ser el resultado de una combinación de factores físicos, mentales y emocionales.
Muchas personas que sufren de dolor lumbar han comenzado a utilizar terapias integradoras: en una encuesta de los NIH de 2003, el 54 por ciento de las personas con dolor de espalda o cuello dicen utilizar estas terapias anualmente. (La encuesta se refería a ellas como medicina alternativa.) Un enfoque integrador funciona bien con el dolor lumbar, no sólo para aliviar o eliminar el dolor inmediato, sino para reducir la recurrencia a largo plazo y minimizar las limitaciones físicas.
Terapias manuales
Quiropráctica
El dolor de espalda es la razón más común por la que la gente busca atención quiropráctica. Los estudios han demostrado que después de seis meses, la manipulación quiropráctica reduce el dolor y la discapacidad al mismo nivel que la atención médica convencional, pero con mayores niveles de satisfacción del paciente y sin efectos secundarios de los medicamentos. La manipulación de la zona lumbar tiene muy pocos riesgos.
Osteopatía
La manipulación osteopática es claramente diferente de la manipulación quiropráctica. Algunos estudios no han encontrado diferencias en los resultados entre la terapia manipulativa osteopática y enfoques como la terapia física, el ultrasonido y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), aunque los que reciben terapia osteopática utilizaron menos medicamentos que los que utilizan los otros enfoques. Otro estudio ha demostrado que de un grupo de pacientes convencionalmente «intratables», el 75 por ciento volvió a su estado funcional anterior con la terapia de manipulación osteopática.
Los profesionales recomiendan que se prueben al menos tres o cuatro tratamientos de manipulación quiropráctica u osteopática antes de determinar si son eficaces para usted.
Terapia de masaje
Las revisiones Cochrane exploran las pruebas a favor y en contra de la eficacia de los tratamientos en circunstancias específicas, basándose en la mejor información publicada disponible. Una revisión Cochrane encontró trece ensayos aleatorios sobre el dolor de espalda y la terapia de masaje.
Esta revisión encontró que el masaje tenía más probabilidades de funcionar cuando se combinaba con ejercicios (normalmente estiramientos) y educación. El masaje produjo más beneficios en la reducción del dolor y el retorno de la función que la movilización de las articulaciones, la relajación, la fisioterapia, la educación en el autocuidado o la acupuntura por sí sola. Las técnicas de masaje de acupresión o de puntos de presión parecían proporcionar más alivio del dolor que el masaje clásico (sueco).
Prácticas del cuerpo mental y reducción del estrés
Como cualquier problema de dolor crónico, el dolor lumbar tiene una fuerte asociación con problemas psiquiátricos, como la depresión, el abuso de sustancias, el estrés y la ansiedad. Las habilidades de afrontamiento de un individuo, sus actitudes y otros comportamientos relacionados con la enfermedad influyen en el grado de dolor continuo. Una revisión sistemática de la investigación sobre las terapias mente-cuerpo en el dolor lumbar encontró fuertes evidencias de los efectos positivos de las terapias cognitivas, la relajación muscular progresiva y otras técnicas de este tipo.
La reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) es un programa de meditación y yoga suave que ha sido validado científicamente. Actualmente se utiliza en más de 200 hospitales y centros médicos para complementar el tratamiento médico del dolor crónico y los trastornos relacionados con el estrés. La investigación ha estudiado a individuos con muchos tipos diferentes de dolor (no sólo lumbalgia) y ha mostrado reducciones dramáticas en los niveles de dolor y una mayor capacidad de los individuos para hacer frente al dolor que puede no desaparecer.
El yoga es una disciplina holística que incluye prácticas mentales, físicas y de respiración. Un estudio de los Institutos Nacionales de Medicina sobre más de 100 personas con dolor lumbar comparó un programa de 12 semanas de yoga con el ejercicio terapéutico convencional o un libro de autocuidado para pacientes con dolor lumbar crónico. El yoga demostró ser más eficaz en la mejora de la función, la disminución de la «molestia» del dolor y los días de actividad restringida, la mejora del estado de salud general y la reducción de la cantidad de medicamentos, y los beneficios persistieron durante al menos varios meses.
Prácticas psicológicas y emocionales
Un programa mental/emocional establecido desde hace tiempo para el dolor de espalda crónico es del doctor John Sarno, médico de medicina de rehabilitación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York. Él ha diagnosticado lo que denomina síndrome de miositis tensional, o TMS. Se trata de una enfermedad psicosomática que causa dolor crónico de espalda, cuello y extremidades que no se alivia con los tratamientos médicos estándar.
Sus programas de tratamiento hacen que los pacientes completen procesos mente/cuerpo para aprender sobre la relación entre las emociones y los síntomas físicos, así como el poder de la autoconciencia. Luego retoman sus actividades físicas, pero evitan la manipulación, el ejercicio, la acupuntura y el masaje. Dice haber tratado a más de 10.000 pacientes y ha publicado cuatro libros sobre el dolor de espalda en los últimos 25 años. Todavía no se han realizado estudios de investigación para validar su trabajo.
Medicamentos y suplementos botánicos
Las personas suelen utilizar medicamentos no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, para aliviar el dolor de espalda a corto plazo. Para aquellos que desean evitar, o no pueden tolerar, los productos farmacéuticos antiinflamatorios (ibuprofeno, diclofenaco, indometacina, ketoprofeno, piroxicam), algunas sustancias naturales tienen efectos antiinflamatorios, con mucho menos riesgo de malestar gastrointestinal. Como ocurre con cualquier medicamento, lo ideal es utilizarlos durante períodos limitados de curación, no para un uso indefinido y a largo plazo.
A continuación se indican las dosis típicas de cada botánico. Sin embargo, debe hablar con su proveedor de atención médica antes de añadir productos botánicos a su régimen de salud y preguntar sobre la dosis adecuada para usted.
Cómo utilizar las terapias integradoras y las prácticas curativas en el dolor de espalda
Muchas personas que sufren dolor de espalda experimentan un dolor crónico y persistente o un dolor crónico con episodios ocasionales de dolor agudo. Debido a que el uso a largo plazo de medicamentos orales (por ejemplo, AINE, relajantes musculares, analgésicos o tranquilizantes) no es óptimamente eficaz y tiene riesgos de efectos secundarios y dependencia, debe considerar estrategias alternativas.
Para ayudar a reducir las agravaciones agudas y evitar el dolor adicional, es importante tener un plan de mantenimiento/prevención. Éste debe incluir un programa de ejercicio regular con estiramientos, entrenamiento de fuerza y actividades de resistencia y aeróbicas. El yoga es una buena actividad de base para muchas personas.
También puede ser beneficioso tener una relación continua con un terapeuta manual, ya sea un quiropráctico, osteópata o masajista, ya que el trabajo corporal regular puede ayudar a prevenir el dolor adicional.
Una práctica regular de meditación o relajación puede ayudarle a sobrellevar el dolor, al igual que una práctica de autorreflexión que aborde honestamente la conciencia emocional y la salud.
Mantener un peso saludable es una práctica importante para prevenir y mantener el dolor de espalda, ya que disminuye la tensión en los músculos.