Dr. Marty Becker

Los gatos calicó macho son raros, pero esa no es toda su historia. Esto es lo que le dije a una lectora.

Pregunta: Acabo de adoptar un raro gato calicó macho, y estoy pensando en criarlo. Es una buena idea?

A: Odio reventar tu burbuja, pero aunque los calicos machos son raros, intentar criar uno será un fracaso.

Aproximadamente 1 de cada 3.000 gatos calicos es macho, según un estudio de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Missouri, pero generalmente son estériles. Según la doctora Leslie A. Lyons, experta en genética felina, esto se debe a que los machos de calicó o carey pueden presentar anomalías en los cromosomas X e Y (sexuales) que provocan problemas de fertilidad.

El calicó es un patrón de color, no una raza. La coloración naranja, negra y blanca se rige por la genética. Cualquier gato, macho o hembra, puede ser naranja, pero en los machos el color se expresa casi siempre en el patrón atigrado, o rayado.

El gen que determina cómo se muestra el color naranja en los gatos se encuentra en el cromosoma X. Las gatas tienen dos cromosomas X, mientras que los machos tienen un cromosoma X y otro Y. Para que un gato sea calicó, el animal debe tener dos cromosomas X, lo que significa que un gatito calicó va a ser hembra la gran mayoría de las veces.

Cuando el patrón calicó existe en un macho, es porque el gato tiene la inusual circunstancia de tres cromosomas sexuales: dos X, uno Y (macho). Si ambos cromosomas X llevan el patrón calicó, se trata de un gato raro: un calicó macho. Estos inusuales animales XXY, que suelen ser el resultado de una división celular defectuosa, se llaman machos de Klinefelter, en honor al médico que describió por primera vez la condición.

Si tienes un calicó macho y crees que puedes ganar dinero criándolo, probablemente te decepcionará debido a su probable esterilidad. Disfrute de él como la rareza que es.

Hay más en Conexión con las mascotas, el artículo semanal sobre mascotas sindicado a nivel nacional que escribo con Kim Campbell Thornton y mi hija, la entrenadora Mikkel Becker.

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