Los paquetes abiertos de levadura seca (seca activa o instantánea) pueden conservarse en el frigorífico durante tres o cuatro meses. Si su levadura es más antigua que esto, todavía puede ser buena. Prueba tu levadura para saber si aún está activa añadiendo 1 cucharadita de azúcar y 2 1/4 cucharaditas de levadura (un sobre) a 1/4 de taza de agua tibia. A continuación, espera 10 minutos. Si la mezcla burbujea y desarrolla un aroma a levadura, la levadura sigue siendo buena.
¿Quieres conservar la levadura durante más tiempo? Métela en el congelador y se mantendrá fresca durante años.
Sustituciones que puedes probar
Si tu levadura no ha superado la prueba, habrá que sustituirla por levadura fresca. Pero, si ya está en medio de una receta, puede aplazar el viaje a la tienda utilizando un sustituto de la levadura para terminar su receta.
Opción 1
Añade partes iguales de bicarbonato de sodio y ácido (ya sea zumo de limón, vinagre o suero de leche) para igualar la cantidad de levadura que pide la receta.
Así, si una receta pide 1 cucharada de levadura, sustitúyela por 1/2 cucharada de bicarbonato y 1/2 cucharada de ácido. Cuando el ácido entre en contacto con el bicarbonato, creará una reacción química, que produce burbujas de dióxido de carbono, y son esas burbujas de dióxido de carbono las que harán que el pan suba. Para que este sustituto funcione correctamente, tienes que añadir el bicarbonato y el ácido después de haber añadido todos los demás ingredientes a la receta. El bicarbonato de sodio es un leudante de acción simple, por lo que es importante meter el pan en el horno poco después de haberlo añadido.
Opción 2
Sustituye la levadura solicitada por una cantidad igual de levadura en polvo. Dado que la levadura en polvo contiene tanto bicarbonato como ácido (cremor tártaro), contiene todo lo necesario para que tus productos horneados suban. Sólo tienes que añadirla con el resto de tus ingredientes, y en cuanto entre en contacto con el líquido que pide tu receta, empezará a burbujear y a hacer que tu masa/batería suba.
La levadura en polvo es de doble acción, lo que significa que provoca dos subidas: la primera cuando la añades a tu receta, y la segunda cuando se calienta en el horno. Por ello, no tienes que esperar hasta el final para añadirlo, como haces con el bicarbonato. Simplemente échalo en el bol de la batidora con el resto de tus ingredientes secos, y continúa con tu receta.
Si tu receta ya pide bicarbonato de sodio, polvo de hornear, o uno de los ácidos mencionados, tu sustituto necesita ser añadido además de la cantidad ya pedida en la receta.