Ejercicio

El ejercicio es una parte importante de la vida saludable para todos. Para las personas con la enfermedad de Parkinson (EP), el ejercicio es más que saludable: es un componente vital para mantener el equilibrio, la movilidad y las actividades de la vida diaria. El ejercicio y la actividad física pueden mejorar muchos síntomas de la EP. Estos beneficios están respaldados por la investigación.

El Proyecto de Resultados de la Enfermedad de Parkinson muestra que las personas con EP que empiezan a hacer ejercicio antes y un mínimo de 2,5 horas a la semana, experimentan un descenso más lento de la calidad de vida en comparación con los que empiezan más tarde. Establecer hábitos de ejercicio tempranos es esencial para el control general de la enfermedad.

¿Qué tipo de ejercicio debo hacer?

Para ayudar a controlar los síntomas de la EP, asegúrese de que su programa de ejercicio incluye algunos ingredientes clave:

  • Actividad aeróbica
  • Entrenamiento de fuerza
  • Equilibrio, agilidad y multitarea
  • Flexibilidad
    • Estos elementos se incluyen en muchos tipos de ejercicio. Montar en bicicleta, correr, hacer tai chi, yoga, pilates, danza, entrenamiento con pesas, boxeo sin contacto, qi gong y otros, todos tienen efectos positivos sobre los síntomas de la EP.

      No existe una «receta de ejercicio» que sea adecuada para todas las personas con EP. El tipo de ejercicio que realice depende de sus síntomas y desafíos. Para las personas sedentarias, simplemente levantarse y moverse es beneficioso. Las personas más activas pueden llegar a realizar una actividad regular y enérgica. Muchos enfoques funcionan bien para ayudar a mantener y mejorar la movilidad, la flexibilidad y el equilibrio para aliviar los síntomas no motores de la EP, como la depresión o el estreñimiento.

      Los investigadores del estudio no distinguieron el tipo de ejercicio que hacían los participantes y determinaron que todos los tipos de ejercicio son beneficiosos. Lo más importante es hacer el ejercicio con regularidad. Sugerimos que encuentre un ejercicio que le guste y lo siga practicando.

      Desafíos de hacer ejercicio

      • Las personas que se encuentran en las primeras fases de la EP suelen ser tan fuertes y estar en buena forma física como los individuos sanos de la misma edad.
      • La progresión de la enfermedad puede provocar los siguientes cambios físicos:
        • Pérdida de flexibilidad en las articulaciones, que puede afectar al equilibrio.
        • Disminución de la fuerza muscular o desacondicionamiento, lo que puede afectar a la marcha y a la capacidad de levantarse después de estar sentado.
        • Disminución del acondicionamiento cardiovascular, lo que afecta a la resistencia.

          Consejos para empezar

          • Primero, tenga cuidado. Antes de comenzar un programa de ejercicios, consulte a su neurólogo y a su médico de cabecera sobre sus preocupaciones y recomendaciones.
          • Pida a su médico o a los miembros de su grupo de apoyo que le remitan a un fisioterapeuta (PT) que conozca la EP. Trabajen juntos para identificar sus preocupaciones y limitaciones. Dirija los ejercicios para mejorarlas. Para la mayoría de las personas, un programa de ejercicio estructurado incluirá ejercicios aeróbicos (como caminar a paso ligero) y entrenamiento de resistencia (usando pesas o bandas).
          • Compre un podómetro (contador de pasos) y calcule cuántos pasos da de media cada día, y luego aumente a partir de ahí. Muchos teléfonos inteligentes o relojes inteligentes tienen una función de podómetro incorporada o una aplicación que puede descargarse.
          • Haga ejercicio en el interior y al aire libre. Cambia tu rutina para mantenerte interesado y motivado.
          • De nuevo, lo más importante es que elijas un ejercicio que disfrutes.
          • Busca clases de ejercicio de EP locales. En todo el país, las clases de baile y los grupos de boxeo diseñados específicamente para personas con EP son cada vez más populares. Póngase en contacto con la línea de ayuda gratuita de la Fundación Parkinson en el 1-800-4PD-INFO (473-4636) o en [email protected] para encontrar uno cerca de usted.

            Página revisada por la Dra. Bhavana Patel, becaria de Trastornos del Movimiento en la Universidad de Florida, un Centro de Excelencia de la Fundación Parkinson.

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