EL MENSAJERO: LA HISTORIA DE JOANA DE ARCO (1999) ***
Protagonizada por: Milla Jovovich, John Malkovich, Faye Dunaway, Dustin Hoffman y Pascal Greggory Dirigida & coguionista: Luc Besson Duración: 141 minutos Clasificada R (por violencia gráfica, violación y por el lenguaje)
Por Blake French:
Algunas historias clásicas no se pueden actualizar. Ejemplo: «Romeo y Julieta de William Shakespeare» reestrenada en 1996. Sin embargo, una de las mayores tragedias jamás contadas, la historia de Juana de Arco, acaba de demostrar que es posible relacionarla incluso con el tiempo como enemigo. Luc Besson ha creado una nueva versión de Juana llamada «El mensajero», una epopeya histórica que, para bien o para mal, se concentra sobre todo en el estilo visual y en las escenas de guerra realistas, más que en responder a las preguntas que aún no conocemos sobre los personajes en cuestión.
La Juana de Arco histórica era una joven francesa pobre, que creía que había señales espirituales que le ordenaban ser mensajera para ayudar al rey de Francia a conseguir la victoria en el campo de batalla. Según «El mensajero: La historia de Juana de Arco», Carlos VII, casado con la amargada Yolande D’Aragon, se mostró muy agradecido de su ayuda en aquel momento, especialmente cuando Juana le explicó que Dios la había enviado para conducir a las tropas francesas a la guerra contra los ingleses y salir victoriosa.
Las visiones vistas (o imaginadas) por Juana cobran vida aquí, con una calidad más efectiva que nunca antes en una película de Juana de Arco. Están filmadas con muchos efectos especiales inusuales, extraños trucos de cámara y una atmósfera de imágenes bellamente elaborada. Al utilizar estos elementos en favor de las escenas representadas, hacen un buen trabajo al expresar los momentos espirituales de ensueño a través de Juana con una sensación imaginativa de majestuosidad y emoción reveladora. El estilo, la cámara y la dirección contribuyen a hacer de estas secuencias el mejor material de la producción.
La película se rodó en la República Checa, así como en el país de Francia. El director de fotografía Thierry Arbogast capta el valiente período histórico de forma impecable en estas localizaciones. Las escenas de batalla pueden desviarse un poco a veces; algunas secuencias están pensadas más para la brutalidad que para una historia narrativa fuerte y centrada.
Los actores interpretan sus personajes con una energía precisa. Milla Jovovich tiene la capacidad de ser una Juana de Arco creíble, pero llega al límite de convencernos. Algunos de los esfuerzos de la película se inclinan hacia la idea de que Juana era algo retrasada mentalmente, y Jovovich hace un gran trabajo presentándolo. Otros rostros conocidos que aparecen en «El mensajero: La historia de Juana de Arco» incluyen a John Malkovich como el rey Carlos VII, y a Faye Dunaway como su esposa, Yolande D’Aragon. También el legendario Dustin Hoffman habita un breve pero apropiado papel como el Gran Inquisidor, y Pascal Greggory es El Duque de Alençon.
Hay escenas en esta película que hacen que el público mire fijamente a la pantalla con asombro, pero también escenas que nos hacen plantearnos preguntas. Aunque gran parte de la producción se dedica a desarrollar el carácter y los motivos de Juana, la película no consigue responder a algunas preguntas que se hacen las mentes cavilantes de los espectadores. Nunca llegamos a saber si las visiones que experimentó Juana fueron una llamada de Dios, o sólo un producto de su imaginación intelectual. ¿Estaba Juana realmente loca, o sólo casi excéntrica? ¿Los objetos físicos que Juana sentía como señales de un espíritu superior eran realmente lo que ella pensaba que eran? Una fuente ulterior podría haber sido Lucifer engañando a la confiada Juana. ¿O realmente los franceses triunfaron en las batallas debido a la fuerza espiritual otorgada por Juana, o fue la suerte el elemento presente? Y personalmente me hubiera gustado un poco más de explicación del personaje del Gran Inquisidor.
«El Mensajero: La historia de Juana de Arco» es una tragedia dramática seria, y se toma a sí misma como tal en todo momento. Luc Besson ha construido una película ambiciosa e inspiradora, sin espacio para lo comprometido o lo modesto. Recomiendo la película tanto si eres un recién llegado como un veterano de la mitología de Juana de Arco. Incluso si ya conoce la historia de Juana de Arco como la palma de su mano, esta narración podría sorprenderle.