Descripción general
En 1844, Estados Unidos y el Imperio de China se reconocieron formalmente, lo que condujo al establecimiento de la Legación de Estados Unidos (una oficina de enlace diplomático) en Pekín en 1862. La revolución china de 1911 y otros disturbios políticos en China interrumpieron brevemente las relaciones diplomáticas, pero en 1935 la legación fue elevada a embajada. En la década de 1940, la embajada estadounidense se trasladó varias veces para escapar de la violencia de la Segunda Guerra Mundial y de la revolución comunista china. Sin embargo, en 1949 la embajada se trasladó a Taipei, Taiwán, a donde huyó el gobierno nacionalista cuando los comunistas chinos, bajo el mando de Mao Zedong, establecieron la República Popular China en el continente. El 1 de enero de 1979, Estados Unidos reconoció a la República Popular China y estableció relaciones diplomáticas con ella como único gobierno legítimo de China. En la actualidad, además de la gran embajada en Pekín, Estados Unidos tiene consulados en Chengdu, Guangzhou, Shanghái, Shenyang y Wuhan.
Estados Unidos busca construir una relación positiva, cooperativa e integral con China, ampliando las áreas de cooperación y abordando las áreas de desacuerdo, como los derechos humanos y la ciberseguridad. Estados Unidos ve con buenos ojos que una China fuerte, pacífica y próspera desempeñe un mayor papel en los asuntos mundiales y busca avanzar en la cooperación práctica con China. Existen cuatro diálogos anuales entre Estados Unidos y China: el Diálogo Diplomático y de Seguridad, el Diálogo Económico Integral, el Diálogo sobre Aplicación de la Ley y Ciberseguridad y el Diálogo sobre Cuestiones Sociales y Culturales. Todos ellos sirven de plataforma única para promover el entendimiento bilateral, ampliar el consenso, debatir las diferencias, crear confianza mutua y aumentar la cooperación. Para más información sobre el embajador y la relación de Estados Unidos con el país, haga clic aquí.