Es una pregunta que se ha repetido en los institutos y universidades a lo largo del tiempo, se ha publicado en todos los medios de comunicación e incluso tiene estudios que la respaldan: ¿tienes la misma cara cuando tienes un orgasmo que cuando, por ejemplo, te tropiezas con un dedo del pie?
Según el mito urbano, la respuesta sería que sí. Pero una nueva investigación demuestra que esa respuesta podría ser completamente errónea.
De acuerdo… vale, quizá no sea el artículo científico más impactante que hayamos cubierto aquí en ScienceAlert.
Pero a veces hay que romper mitos – y como explican los investigadores, que tu cara de O y de dolor sean iguales ni siquiera tiene tanto sentido.
«Los seres humanos suelen utilizar las expresiones faciales para comunicar mensajes sociales», explican los investigadores de la Universidad de Glasgow y la Universidad De Montfort en un nuevo artículo.
«Sin embargo, los estudios de observación informan de que las personas que experimentan dolor u orgasmo producen expresiones faciales que son indistinguibles, lo que pone en duda su papel como herramienta eficaz de comunicación».
¿Y de dónde viene este mito? Pues bien, como explican los investigadores, se han realizado estudios que demuestran que los seres humanos no podemos diferenciar las expresiones faciales del dolor y del orgasmo.
«Los estudios del mundo real muestran que las expresiones faciales producidas durante el dolor y el orgasmo -dos experiencias afectivas diferentes e intensas- son prácticamente indistinguibles», explican.
«Sin embargo, este hallazgo es contrario a la intuición, ya que las expresiones faciales son ampliamente consideradas como una poderosa herramienta para la interacción social».»
Pero si no nos ayuda a comunicar algo (como si estamos disfrutando o sufriendo) entonces, ¿qué sentido tiene?
Los investigadores se propusieron responder a esta pregunta con un conjunto de caras animadas que podían realizar hasta 42 movimientos en diferentes partes de la cara.
Luego pidieron a casi 200 personas (la mitad de culturas occidentales y la otra mitad de culturas asiáticas) que evaluaran las expresiones de la cara animada. ¿Estaban teniendo un orgasmo, dolor o algo totalmente distinto?
Lo que los investigadores descubrieron es que había una clara distinción entre nuestras percepciones de placer y dolor. No los confundimos, lo que cabría esperar si tuvieran el mismo aspecto.
Pero no sólo eso, también descubrieron que lo que esperábamos que fuera un orgasmo difería.
«En cada cultura, los modelos de expresión facial del dolor y del orgasmo son física y perceptualmente distintos», explican en el artículo.
«Las comparaciones interculturales también muestran diferencias en los modelos de expresión facial del orgasmo, incluyendo los ojos muy abiertos entre los occidentales y la sonrisa en los asiáticos orientales. Por el contrario, los modelos de expresión facial del dolor son similares en todas las culturas.»
Puedes ver cómo se ve esto en este vídeo ligeramente espeluznante a continuación:
Ahora bien, aunque este estudio es todo un poco de risa, los investigadores sostienen que su estudio fue algo más que una ligera desacreditación: probar las diferencias culturales como esta podría ayudar a los estudios que analizan cómo interactúan las diferentes culturas de seres humanos.
«Nuestros resultados, por lo tanto, cuestionan la no diagnosticabilidad de estas expresiones faciales y sugieren que podrían servir como herramientas eficaces para la comunicación e interacción social», explican los investigadores.
«Nuestros resultados también abordan cuestiones existentes sobre si la cultura influye en cómo se representan y utilizan las expresiones faciales para comunicar mensajes sociales básicos»
Y la próxima vez que te tropieces y alguien grite sobre las caras de orgasmo, puedes mostrarle con suficiencia este artículo.
La investigación se ha publicado en PNAS (sí, jaja, nosotros también nos hemos reído).