Russell Crowe, el famoso kiwi, es definitivamente de Nueva Zelanda. Pero los kiwis reales -llamados formalmente kiwis- no lo son. En realidad son de China, y técnicamente se llaman grosellas, según un innovador informe de Tim que alterará el curso de las noches de trivialidades en todo el país. El informe de Time afirma que las grosellas espinosas se trasplantaron originalmente a Nueva Zelanda en 1904, cuando un profesor de escuela trajo las semillas de China y se las dio a un agricultor, que las plantó y cultivó el primer árbol de grosellas espinosas de la isla en 1910.
Resulta que Estados Unidos y Gran Bretaña también intentaron apropiarse de las grosellas espinosas como propias, pero en 1959, los neozelandeses ganaron la carrera por la comercialización de las grosellas espinosas al nombrarlas en honor a su ave nacional (el kiwi no volador). Y tal vez sea la suerte de Nueva Zelanda: ¿comerías una fruta de águila calva o de petirrojo? En la década de 1970, la demanda de kiwis se disparó y las grosellas importadas de China se vendieron también como kiwis, lo que explica cómo esta pequeña y valiente nación del Pacífico Sur llevó a cabo el mayor golpe de marketing de todos los tiempos en una tienda de comestibles. Ahora podemos volver a quitarnos de los dientes los malditos pelos de melocotón de los kiwis. Muchas gracias, kiwis de verdad.