Espondilosis deformante en perros

¿Qué es la espondilosis deformante?

La espondilosis deformante es una enfermedad que afecta a los huesos vertebrales de la columna vertebral y se caracteriza por la presencia de espolones óseos u osteofitos a lo largo de los bordes de los huesos de la columna. Un espolón óseo puede desarrollarse en un único punto de la columna vertebral; lo más habitual es que haya múltiples espolones óseos en varios lugares diferentes a lo largo de la columna.

Los lugares más comunes en los que se desarrollan las lesiones de espondilosis deformante son a lo largo de las vértebras torácicas (pecho), especialmente en la unión entre la caja torácica y el abdomen, en la columna lumbar (parte baja de la espalda) y en la columna lumbosacra (alrededor de las caderas y la parte posterior de las piernas). En algunos casos, los espolones óseos pueden llegar a ser tan grandes que parecen formar un puente completo entre los huesos vertebrales adyacentes.

¿Qué causa la espondilosis deformante?

La espondilosis deformante es una enfermedad crónica que se asocia con el envejecimiento. Las investigaciones indican que suele desarrollarse como un problema secundario relacionado con la enfermedad degenerativa de los discos intervertebrales.
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En la columna vertebral normal, los huesos vertebrales están unidos por ligamentos para formar una columna protectora flexible alrededor de la médula espinal. Hay un disco intervertebral entre cada hueso vertebral, y estos discos actúan como amortiguadores y cojines. La serie de articulaciones que componen la columna vertebral dan a la espalda flexibilidad de movimiento a la vez que protegen la delicada médula espinal de posibles daños.

«Los espolones óseos de la espondilosis deformante se desarrollan para restablecer la estabilidad de la articulación o articulaciones debilitadas.»

Si los discos intervertebrales se dañan, las articulaciones entre ellos se vuelven menos estables, lo que provoca un movimiento anormal. Con la espondilosis deformante, los discos intervertebrales se degeneran lentamente como parte del proceso de envejecimiento. Esta enfermedad no está asociada a la inflamación. Los espolones óseos de la espondilosis deformante se desarrollan para restablecer la estabilidad de la articulación o articulaciones debilitadas.

La formación y el crecimiento de los osteofitos o espolones óseos se desencadenan por la inestabilidad y parece que sólo crecen lo necesario para reforzar la articulación enferma.

¿Es la espondilosis deformante más común en ciertas razas de perros?

Aunque antes se pensaba que esta enfermedad era más común en los perros de raza grande, cualquier perro de mediana o avanzada edad puede verse afectado. En la mayoría de los perros, esta condición degenerativa comenzará a desarrollarse a los 10 años de edad, y algunos investigadores consideran que todos los perros desarrollarán esta condición si viven lo suficiente.

¿Cuáles son los síntomas de la espondilosis deformante?

La mayoría de los perros con espondilosis deformante no presentan ningún síntoma. En ocasiones, los espolones óseos restringen el movimiento de la columna vertebral y el perro puede parecer más rígido o la columna vertebral puede no parecer tan flexible. Si un espolón óseo crece cerca de una raíz nerviosa al salir del canal espinal, puede ejercer presión sobre el nervio, causando dolor o cojera. Si la condición es dolorosa, el perro puede gemir o llorar cuando se toca a lo largo de las áreas afectadas de la espalda.

¿Pueden otras condiciones causar espolones óseos u osteofitos en la columna vertebral?

Cualquier otra condición o enfermedad que cause inestabilidad a la columna vertebral puede estimular el desarrollo de osteofitos. Las deformidades óseas vertebrales congénitas, los traumatismos que provocan una fractura o luxación, las infecciones como la discoespondilitis y la cirugía de la columna vertebral son varios ejemplos de otras afecciones que pueden provocar la formación de osteofitos. En estos casos, la inflamación juega un papel en el desarrollo de los espolones óseos que se forman alrededor de la articulación lesionada o inestable.

¿Cómo se diagnostica la espondilosis deformante?

Esta afección suele diagnosticarse a partir de radiografías (rayos X) de la columna vertebral. En algunos casos, puede ser un «hallazgo incidental» que se nota cuando se toman radiografías por alguna otra razón.

Dado que no hay diferencia en la apariencia radiográfica de un espolón óseo que resulta de la espondilosis deformante y uno que resulta de una lesión inflamatoria, pueden ser necesarias múltiples radiografías para evaluar a fondo la columna vertebral e identificar los patrones radiográficos que indican otras causas de inestabilidad. Esto es especialmente importante si el perro muestra algún síntoma de daño nervioso o parece tener dolor.

Otras pruebas que pueden recomendarse incluyen un mielograma (se inyecta un tinte especial en el líquido cefalorraquídeo que rodea la médula espinal, seguido de radiografías) y/o una resonancia magnética (RM). En algunos casos, su veterinario puede recomendar la derivación a un especialista en ortopedia para un diagnóstico y/o tratamiento adicional.

¿Cómo se trata la espondilosis deformante?

Las recomendaciones de tratamiento dependen de cada perro y de si muestra o no algún signo clínico.

La mayoría de los perros con espondilosis deformante parecen no tener dolor y en estos casos el tratamiento no es necesario. Si la mascota parece tener dolor, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) u otros analgésicos pueden proporcionar alivio. La fisioterapia, la pérdida de peso y los programas de ejercicio controlado pueden ser útiles en algunos casos.

En casos raros, los osteofitos pueden estar causando la compresión de la médula espinal, y en estos casos, la cirugía para eliminarlos puede estar indicada.

¿Cuál es el pronóstico de la espondilosis deformante?

Si no hay síntomas, la espondilosis deformante puede pasar desapercibida durante años, o incluso durante toda la vida del perro. Muchos perros afectados llevan una vida satisfactoria, aunque puedan tener una flexibilidad y una amplitud de movimiento algo limitadas. Su veterinario discutirá el pronóstico para su perro individual, basado en los resultados de las pruebas de diagnóstico y / o la respuesta al tratamiento.

Contribuidores: Tammy Hunter, DVM; Cheryl Yuill, DVM, MSc, CVH

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