La imagen corporal ha sido un tema candente últimamente, como bien debería ser. Durante décadas, a la gente se le ha dicho cómo se «supone» que debe lucir, ya sea a través de críticas groseras en Internet o de diseñadores que gradualmente hacen sus líneas de ropa cada vez más pequeñas.
Aunque tanto los hombres como las mujeres experimentan estas expectativas corporales, la mayoría de las críticas se dirigen a las mujeres. Los medios de comunicación llevan diciéndoles a las mujeres desde que son niñas que tener unos pechos grandes, un vientre plano, una cintura diminuta y unas caderas redondeadas (pero no demasiado) es el aspecto que deben tener para atraer a los hombres. Los estándares son inalcanzables y las tallas de ropa para estos tipos de cuerpo son increíblemente pequeñas – especialmente cuando se comparan con la talla media real de las mujeres estadounidenses.
A las mujeres estadounidenses se les ha dicho durante mucho tiempo que la talla media de ropa es la 14. Y aunque esta es una talla perfectamente saludable y maravillosa para ser, esta NO es la talla media de las mujeres americanas. En realidad, es una talla 16, según revela un estudio publicado en la revista International Journal of Fashion Design, Technology and Education, que arroja una gran luz sobre la forma en que los minoristas ven el término «media» y lo que realmente significa.
Tras muestrear las medidas de más de 5.500 mujeres en Estados Unidos, el estudio reveló que en las últimas dos décadas el tamaño medio de la cintura ha aumentado 2,6 pulgadas, de 34,9 pulgadas a 37,5 pulgadas, con «distinciones aún mayores si se tiene en cuenta la raza y el origen étnico.» La mayoría de las mujeres, según el estudio, se sitúan entre las tallas 16 y 18, lo que se considera el extremo inferior de las tallas grandes.
Lenta pero seguramente, la gente ha ido difundiendo un mensaje mejor, más positivo. Se han dado cuenta de que no todos los cuerpos son una talla 4 – ¡demonios, no todos los cuerpos son una talla 10 o 12! Aunque será un concepto difícil de vender a todas las personas, algunos medios de comunicación ya se han subido al tren de la inclusión. Poco a poco han empezado a renunciar a sus imposibles estándares de belleza.
Las líneas de ropa y otros productos han empezado a incorporar una variedad de tipos de cuerpo en sus campañas publicitarias o desfiles. Dove lleva años realizando su famosa campaña «Real Beauty», que anima a las mujeres de todas las formas y tallas a quererse a sí mismas. La modelo de tallas grandes Ashley Graham ha sido muy popular últimamente, e incluso ha conseguido la portada de Sports Illustrated, convirtiéndose en la primera modelo de tallas grandes en hacerlo.
Celebridades con una actitud positiva hacia el cuerpo, como Melissa McCarthy, han lanzado incluso sus propias líneas de ropa para que la moda sea más accesible para las consumidoras que usan más de una talla 12. La línea de McCarthy, Seven7, tiene una gama inclusiva de opciones, desde la talla 4 hasta la 28.
Una de las expertas del estudio, Susan Dunn, habló con TODAY sobre cómo esta revelación debería abrir los ojos de los consumidores estadounidenses, así como de los medios de comunicación y los diseñadores, sobre lo que realmente significa «promedio» en el mundo actual.
«Esperamos que esta información pueda salir a la luz y ser utilizada tanto por la industria como por los consumidores. El mero hecho de saber dónde está la media puede ayudar a muchas mujeres con su imagen personal», dijo Dunn a TODAY por correo electrónico. «Y esperamos que la industria de la ropa pueda ver las cifras y saber que estas mujeres no van a desaparecer, no van a desaparecer, y merecen tener ropa.»
¿Qué te parece este interesante estudio?