- Aerosoles nasales o gotas para los ojos: esto aliviará la congestión nasal del bebé y sería suficiente si su hijo sólo tiene una reacción leve a los gatos.
- Antihistamínicos u otros medicamentos para la alergia: se pueden encontrar en forma de jarabe y probablemente habrá que administrarlos una o dos veces al día. Esto podría recomendarse para los síntomas más graves.
- Instrumentos para la alergia: Esta opción sería la más adecuada si su hijo es mayor y si los síntomas persisten incluso después de los medicamentos contra la alergia. Las vacunas contra la alergia se administran para fortalecer gradualmente el sistema inmunológico del niño.
En el caso de que se confirme la alergia a los gatos, existen por tanto acciones preventivas y diferentes tratamientos para ayudar a tu pequeño a convivir con tu mascota.
¿Es malo que los bebés estén cerca de los gatos?
La presencia de un animal en casa es beneficiosa para toda la familia. Cuando se trata de niños, las mascotas cumplen varias funciones. Les ayudan a aprender lo que significa tener algunas responsabilidades y además son buenos amigos y ayudarán a potenciar la confianza de los niños.
Estudios científicos también demostraron que crecer con un perro o un gato es beneficioso para la salud de los pequeños. Un estudio sueco ha revelado que la compañía de un animal durante el primer año de vida de los pequeños fortalece el sistema inmunológico, previene las alergias y reduce el riesgo de desarrollar asma cuando crecen. De hecho, los bebés que están en contacto diario con una mascota tienen un 33% menos de probabilidades de desarrollar alergias, un 30% menos de sufrir infecciones respiratorias y un 15% menos de padecer asma.
Dicho esto, no hay formas de garantizar la prevención de las alergias a las mascotas. Si tiene una mascota, es posible que su bebé no muestre ningún signo de alergia de inmediato. Podrían pasar algunos meses o años de exposición a un animal para que los síntomas empiecen a aparecer. Además, si uno de los padres (o ambos) tiene reacciones alérgicas, existe la posibilidad de que el niño desarrolle genéticamente la misma alergia.
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