Después de someterse a una cirugía para extirpar una fístula anal, debería poder moverse y comer y beber después de que los efectos de la medicación anestésica hayan desaparecido.
Si la fístula es relativamente sencilla de operar, es posible que pueda volver a casa el mismo día de la cirugía. Sin embargo, si la fístula es complicada, es posible que tenga que permanecer en el hospital durante unos días o que tenga que someterse a otra cirugía para completar el procedimiento.
Cuidado de la herida
Después de la operación tendrá que llevar un apósito sobre el corte quirúrgico hasta que la herida haya cicatrizado. Los apósitos deberán cambiarse con regularidad y normalmente se le enseñará cómo hacerlo en casa.
Sin embargo, es posible que tenga que acudir al hospital o a la consulta del médico de cabecera para que comprueben cómo está curando la herida o le cambien el apósito. La mayoría de las heridas tardan unas seis semanas en curarse.
Puede haber algo de sangrado o secreción de la herida durante las primeras semanas, especialmente la primera vez que se bañe o vaya al baño.
Es posible que desee llevar una compresa, como una toalla sanitaria, dentro de su ropa interior para evitar manchar su ropa. Este consejo se aplica tanto a los hombres como a las mujeres.
Debe acudir a su médico de cabecera si tiene:
- sangrado abundante
- dolor creciente, enrojecimiento, hinchazón o flujo
- una temperatura alta de 38℃ (100.4℉) o más
- náuseas (malestar) o vómitos
- estreñimiento ‐ ser incapaz de evacuar los intestinos durante más de tres días, a pesar de usar un laxante
- dificultad para orinar
- utiliza agua tibia y algodón para lavar la piel, en lugar de una toalla o esponja ‐ secar la piel con palmaditas en lugar de frotarla, o utilizar un secador de pelo a baja potencia
- evitar los productos perfumados y los polvos de talco, ya que pueden irritar la piel alrededor de la fístula
- Puede que le receten una crema de barrera que puede aplicarse para evitar que los irritantes lleguen a la piel
- lleve ropa suelta y ropa interior
- acostarse de lado cuando esté en el sofá o en la cama
- las almohadas o cojines pueden ayudar a que sentarse sea más cómodo ‐ algunas farmacias venden cojines diseñados para aliviar la presión al sentarse
Lavado
Los siguientes consejos pueden ayudar a mantener limpia la zona que rodea la fístula y prevenir infecciones o irritaciones:
Medicación
Medicación analgésica
Después de que haya pasado el efecto de la anestesia, es posible que tenga que tomar alguna medicación analgésica.
Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden utilizarse normalmente, aunque debe consultar con su cirujano antes de utilizarlos. Lea siempre las instrucciones del fabricante.
Un baño de 15 minutos también puede ayudar a reducir el dolor. El agua del baño debe estar tan caliente como pueda sentarse cómodamente.
Laxantes
Los laxantes son un tipo de medicamento que puede ayudarle a vaciar los intestinos. Es posible que le receten laxantes para facilitarle la ida al baño después de la operación.
Antibióticos
Es posible que le receten antibióticos (medicamentos para tratar infecciones causadas por bacterias) para tomar antes y después de la operación. Estos ayudarán a reducir el riesgo de una infección. Si le recetan antibióticos, asegúrese de completar el tratamiento.
Descansar
Es posible que necesite descansar durante unos días después de la operación, pero debe evitar permanecer sentado durante mucho tiempo. Evite también hacer demasiadas caminatas.
Cuando esté descansando, los siguientes consejos pueden ayudarle a estar más cómodo:
Volver a las actividades normales
Puede volver al trabajo y empezar a hacer algo de ejercicio suave cuando se sienta capaz.
Pida consejo a su cirujano sobre cuándo puede volver a conducir. Esto suele ser después de un mínimo de 48 horas.
No debe ir a nadar hasta que la herida esté completamente curada.