La embolia pulmonar (EP) es una enfermedad tratable causada por la formación de trombos en la vasculatura pulmonar, comúnmente desde las venas profundas de las extremidades inferiores comprometiendo el flujo sanguíneo a los pulmones. La EP masiva no diagnosticada puede ser mortal si no se diagnostica y trata a tiempo. El diagnóstico de la EP se basa en las imágenes. La tomografía computarizada de arterias pulmonares (CTPA) y la gammagrafía de ventilación-perfusión (V/Q) son las dos modalidades de prueba más comunes y ampliamente practicadas para diagnosticar la embolia pulmonar. La gammagrafía de ventilación (V) y perfusión (Q) pulmonar, también conocida como gammagrafía V/Q pulmonar, es una prueba nuclear que utiliza la gammagrafía de perfusión para delinear la distribución del flujo sanguíneo y la gammagrafía de ventilación para medir la distribución del flujo aéreo en los pulmones. La utilización principal de la gammagrafía V/Q es ayudar a diagnosticar los coágulos pulmonares denominados embolia pulmonar. La gammagrafía V/Q proporciona ayuda en la toma de decisiones clínicas mediante la evaluación de las exploraciones que muestran la ventilación y la perfusión en todas las áreas de los pulmones utilizando trazadores radiactivos. El estudio PIOPED I, realizado por Vreim CE y otros, demostró que el 65% de las exploraciones V/Q no eran diagnósticas de la embolia pulmonar.
La gammagrafía V/Q sufrió un retroceso a causa de este estudio desde 1990 hasta que estudios posteriores y las directrices de la EANM basadas en principios holísticos y técnicas de imagen modernas para la gammagrafía V/Q mostraron una tasa de EP no diagnóstica igual o inferior al 3% con una sensibilidad y especificidad excelentes. En la gammagrafía pulmonar V/Q, se utiliza un aerosol y un trazador radiactivo inyectable para evaluar la ventilación pulmonar (V) y la perfusión (Q) con el fin de identificar las zonas de desajuste V/Q. La indicación clínica más común para la gammagrafía pulmonar V/Q es evaluar la probabilidad de embolia pulmonar (EP) cuando la exposición al contraste o a la radiación está contraindicada. Un subgrupo de la población de pacientes que no tolera el contraste intravenoso, la radiación de la prueba diagnóstica definitiva (angiografía pulmonar por TC), tiene insuficiencia renal grave (estadio IV) o ha tenido una reacción alérgica grave al material de contraste, entonces la gammagrafía V/Q es la prueba de elección para diagnosticar la EP. Normalmente, la imagen de ventilación se realiza antes de la imagen de perfusión.
En la gammagrafía convencional, se administra al paciente un agente radiomarcado como el ácido tecnecio 99m-dietriamina penta-acético (99mTc-DTPA) en forma de aerosol y la albúmina macroagregada 99mTc emisora de rayos gamma (MAA) en forma intravenosa para evaluar la ventilación y la perfusión, respectivamente. A continuación, se utiliza una cámara gamma para registrar su distribución en los alvéolos y las arterias pulmonares. Un defecto de perfusión segmentario o dos subsegmentarios con una zona normalmente ventilada (desajuste V/Q) es la definición de una gammagrafía de alta probabilidad de EP.