Hacia la imagen de Dagón el dios de los filisteos
PAR
Itamar SINGER Universidad de Tel Aviv
En el estudio de la religión filistea existe una opinión largamente sostenida de que a su llegada a Canaán, los filisteos adoptaron las deidades de su nueva tierra, o identificaron sus propios dioses con los de Canaán. Este concepto, que ya había sido expuesto en los primeros estudios sobre los filisteos l no ha sido seriamente cuestionado desde entonces, y sigue siendo la opinión más sostenida actualmente. 2 La escasa atención prestada al panteón filisteo se debe sin duda al hecho de que no han aparecido aún fuentes escritas de los propios filisteos que puedan arrojar alguna luz adicional sobre el tema, y la Biblia ha seguido siendo nuestra principal fuente para los nombres de los dioses filisteos. Sin embargo, los ricos hallazgos cultuales descubiertos en recientes excavaciones arqueológicas en Filistea y otros lugares exigen un nuevo examen de toda la cuestión.
La fuente literaria más antigua sobre la religión filistea sigue siendo la Biblia. Las fuentes egipcias, asirias o babilónicas, que han aportado considerables conocimientos sobre la historia filistea, tienen muy poco que decir sobre el tema de la religión filistea. En cambio, se puede obtener una gran cantidad de información sobre el culto y la religión en las ciudades filisteas a partir de fuentes clásicas que abarcan casi un milenio, desde Herodotes en el siglo V a.C. hasta el advenimiento del cristianismo en el siglo V d.C. Sin embargo, sólo podemos utilizar estas fuentes de forma muy limitada. Aunque algunos elementos originales de la reli-
2. Véase, por ejemplo, R.D. BARNETT, «The Sea Peoples «, p. 20.