Un básico intemporal de la moda femenina
Es esa pieza básica que no puede faltar en el armario de ninguna mujer. Es la que te saca de apuros cuando no tienes nada que ponerte para un evento de última hora. Ya sabes cuál es. El que puedes accesorizar para cualquier ocasión.
Es clásico, sencillo, pero elegante, todo a la vez… Sí, ¡hablamos del vestidito negro!
Clásico. Sencillo. Elegante.
Introducido a finales de los años 20 y popularizado por primera vez en los años 30, el pequeño vestido negro, o LBD como algunos lo llaman cariñosamente, es una pieza clásica de la ropa femenina. Es un vestido que te permite jugar con los accesorios, ya sea con perlas, diamantes, un colgante, colores brillantes, ¡lo que quieras! Puedes utilizarlo para cualquier ocasión y siempre quedará bien. Desde un cóctel en una noche de chicas hasta una cita en la ciudad
Te encanta ese vestido, ¿verdad? Pues déjame decirte algo, ese vestido que tanto te gusta es más que un simple vestido, tiene una historia. No es sólo una prenda de vestir, es una declaración.
Volvamos atrás en el tiempo!
¿A qué diseñador de moda se le suele atribuir la invención del «vestidito negro»
Antes de los años 20, vestir de negro estaba reservado sólo para el luto (si eres como yo y la mitad de tu armario es negro, esto te parecerá una locura). En esa época, la industria de la moda se basaba en corsés ajustados y sombreros de gran tamaño.
Todo esto cambió cuando Coco Chanel imprimió un sencillo y corto vestido negro en la portada de la revista Vogue en 1926.
El pequeño vestido negro es una de las prendas más influyentes e importantes. Siguió siendo popular durante la Gran Depresión de los años 30 por su sencillez. Durante esa época las mujeres deseaban una moda asequible.
Chanel había revolucionado la moda con un vestido práctico y a la vez elegante, con siluetas de líneas rectas, saliendo del exceso, los corsés ajustados y las prendas constreñidas.
«Gracias a mí, pueden pasearse como millonarios»
Chanel
El pequeño vestido negro en la gran pantalla
El pequeño vestido negro ganó más popularidad cuando la actriz Audrey Hepburn lo llevó con perlas en «Desayuno con diamantes» (1961). Desde entonces, la gente lo lleva como quiere.