Un hombre de 43 años se presenta para su revisión de tiroides. Tiene un hipotiroidismo conocido secundario a la tiroiditis de Hashimoto, también conocida como tiroiditis linfocítica crónica. Está tomando levotiroxina (LT4) 250 μg (dos comprimidos de 125 μg una vez al día). La revisión de sus resultados y notas de laboratorio anteriores (véase la Tabla 1) revela cambios frecuentes de dosis (aproximadamente cada tres a seis meses) y una dosis alta de LT4, teniendo en cuenta su peso (185 lb).
Los pacientes con poca o ninguna función tiroidea residual requieren dosis de reemplazo de LT4 a aproximadamente 1,6 μg/kg/d, según el peso corporal magro.1 Dado que el paciente del caso pesa 84 kg, la dosis de LT4 esperada sería de alrededor de 125 a 150 μg/d.
Este paciente requiere una dosis significativamente mayor de la esperada, y sus niveles tiroideos están fluctuando. Estos hechos deberían desencadenar una investigación más profunda.
Las preguntas históricas importantes que tengo en cuenta cuando los pacientes tienen fluctuaciones frecuentes o significativas de TSH incluyen
– ¿Es constante en la toma de su medicación?
– ¿Cómo toma su medicación tiroidea?
– ¿Está tomando algún suplemento de hierro, vitaminas con hierro o píldoras anticonceptivas que contengan hierro?
– ¿Ha habido algún cambio en su(s) otro(s) régimen(s) de medicación o condición(es) médica(s)?
– ¿Ha cambiado de farmacia o ha cambiado la forma o el color de su píldora?
– ¿Ha experimentado cambios de peso significativos?
– ¿Tiene alguna molestia gastrointestinal (náuseas/vómitos/diarrea/hinchazón)?
ADHERENCIA A LA MEDICACIÓN
Es bien sabido, pero sigue siendo desconcertante, escuchar que, en general, la adherencia a la medicación de los pacientes es de apenas el 50%.2 Es muy importante que verifique si su paciente está tomando su medicación de forma constante. En lugar de preguntar «¿Está tomando sus medicamentos?» (a la que es más probable que respondan «sí»), yo pregunto «¿Cuántas pastillas se salta en una semana o un mes determinado?»
Para aquellos a los que les cuesta recordar que deben tomar su medicación de forma regular, recomiendo establecer una rutina: Mantener la medicación junto a su cama y tomarla a primera hora al despertarse, o colocarla junto a la pasta de dientes para que la vean cada vez que se cepillen los dientes por la mañana. Otra opción es, por supuesto, establecer una alarma como recordatorio.
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