Anthony Kim volvió a aparecer el viernes.
No, no concedió una entrevista ni balanceó un palo de golf ni abordó los jugosos rumores de la póliza de seguro de ocho cifras que supuestamente le aleja del juego. En su lugar, pudimos verle de la manera a la que nos tiene acostumbrados últimamente: Una foto en Instagram, un pie de foto vago, sin contexto, sin preguntas respondidas. El resto lo ponemos nosotros.
La aparición del viernes llegó a través de Adam Schriber, el entrenador de Kim desde hace mucho tiempo, que publicó una foto de los dos frente al horizonte de Dallas con la leyenda «/021 va a ser especial.» (Suponemos que debía decir «2021», a menos que se trate de algún código secreto de la AK). El brazo izquierdo de Kim tiene ahora un tatuaje en toda la manga. Ha mantenido su físico delgado. Y su camiseta «Boomer Sooner» sugiere un apoyo continuo a su alma mater.
Esta no es la primera vez que vemos a Anthony Kim en los últimos años. Hubo una foto de Kim sosteniendo una Garra Blanca en una reunión al aire libre este verano. Hubo un encuentro casual con un aficionado al golf en una cafetería de West Hollywood, California, el año pasado. También está el misterioso vídeo del swing, de fecha y hora desconocidas, que hizo que los fans se volvieran locos. Ya te haces una idea.
Con cada avistamiento tipo Bigfoot, el mito de Kim ha crecido. Cómo puede una celebridad realmente desaparecer en 2020? Qué ha estado haciendo? Por qué, exactamente, ha desaparecido del PGA Tour? Kim se ha convertido en un héroe de culto; las leyendas de su corta carrera se cuentan y recuentan cada vez con más admiración y exageración.
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Las tres últimas salidas de Kim en el PGA Tour se produjeron en 2012; las tres fueron WD por lesión. En los años siguientes parecía plausible que Kim emergiera de las sombras, rejuvenecido, para algún tipo de regreso mágico. A medida que el calendario cambia a 2021, nos acercamos a una década desde que fue un profesional relevante en el Tour – cualquier pensamiento de un regreso al Tour parece más como una ilusión con cada año que pasa.
También se ha vuelto menos claro lo que queremos de Anthony Kim. Cuál sería un resultado deseable para el ahora de 35 años? ¿Cuál sería un resultado realista? Nos gustaría que volviera al PGA Tour, que hiciera unas cuantas salidas puntuales y que luchara por intentar recuperar algún estatus? Y si volviera y no fuera lo suficientemente bueno?
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Por: Dylan Dethier
En muchos sentidos, los sentimientos del gran mundo del golf hacia Kim reflejan nuestros sentimientos hacia varias otras leyendas del golf moderno en el próximo año. La nostalgia y la mística son una combinación poderosa. Sabemos que Annika Sorenstam, que se alejó de la cima del juego a los 37 años, no retrocederá repentinamente el reloj para jugar un programa completo del LPGA Tour en 2021, pero nos encantaría verla en el U.S. Senior Women’s Open. Sabemos que Michelle Wie West nunca tendrá la carrera que proyectamos para ella a los 14 años, pero sería estupendo verla en la competición la próxima temporada. No pretendemos que Jordan Spieth vaya a competir por el Grand Slam este año, como hizo en 2015, pero estamos desesperados por verle recuperar alguna pizca de su forma ganadora.
Resulta que la foto de Schriber no fue la única visión de Kim de la semana. Una foto del entrenador de fútbol de Oklahoma, Bob Stoops, en un bar, captó accidentalmente a Kim junto a él. Stoops estaba en Dallas para ver a los Sooners conseguir una victoria en la Cotton Bowl el miércoles por la noche y Kim pareció unirse a él para celebrar la paliza del equipo por 55-20 a los Gators de Florida.
pic.twitter.com/msBOFtL5te
– El Rey (@King829) December 31, 2020
El tiempo sólo se mueve en una dirección. Eso lo sabemos. Anthony Kim era un profesional del Tour convincente y con talento que, como muchos grandes artistas, no fue del todo apreciado en su época. Independientemente de lo que le depare el futuro, este joven de 25 años, impetuoso y lleno de vida, no va a volver. Probablemente deberíamos agradecer que sea así; en el golf puedes morir como un héroe o vivir lo suficiente como para recoger un calendario pro-am considerable y empezar a pregonar productos al azar en Instagram.
En el golf, las carreras son largas y presentan capítulos contradictorios. No hay más que ver la carrera más intrigante de todas, que dio un giro imposible cuando Tiger Woods completó un regreso desde las profundidades para ganar el Masters de 2019. Pero ganar campeonatos importantes era exactamente lo que Woods siempre quiso. Lo que Kim quería era mucho menos obvio.
Si hay otro capítulo en la historia pública de Anthony Kim, debemos esperar que sea satisfactorio, e interesante, y algo que no esperemos. Tal vez 2021 nos depare más respuestas. Hasta entonces, nos aferraremos a los recuerdos y a las fotos de Instagram, y nos preguntaremos qué podría haber sido.
