En octubre de 2012, una adolescente de Port Coquitlam, Columbia Británica, se suicidó debido a sus luchas contra el acoso y el ciberacoso. A los 12 años, Amanda Todd se aprovechó de ella cuando un hombre mayor la convenció de que mostrara sus pechos en un chat de grupo con cámara web. Alguien hizo una captura de pantalla y la envió a todos los amigos de Amanda en Facebook, y su vida dio un giro hacia lo peor. A partir de ese momento, no dejó de recibir amenazas y comentarios de odio, tanto en línea como en persona. A raíz de estos sucesos, los problemas de depresión y ansiedad de Amanda se dispararon. Se mudó a muchas ciudades y colegios diferentes, aunque la foto la perseguía allá donde iba, el acoso nunca cesó. En septiembre de 2012, Amanda publicó un vídeo en Youtube que pronto se convertiría en viral, titulado «Mi historia: Lucha, acoso, suicidio, autolesión» en el que contaba su historia sobre su lucha contra el acoso escolar. Poco después, el 10 de octubre de 2012, Amanda Todd se quitó la vida en su casa.
Ahora, en 2018, el escalofriante vídeo de Youtube tiene más de 12 millones de visitas y fue visto por personas de todo el mundo. Su historia provocó una conversación sobre el acoso, específicamente el ciberacoso que se consideraba relativamente nuevo en ese momento. Puso de manifiesto algo que era nuevo y que nunca iba a desaparecer. El acoso ha superado los insultos y el meter a los niños en las taquillas. Las redes sociales permitieron a los individuos odiar a alguien de forma anónima y desde la comodidad de sus hogares. El ciberacoso ha existido desde principios de la década de 2000 con la introducción de las redes sociales como Myspace y Facebook. Aunque, era un tema notado por los afectados y no era visto como un problema público. Las redes sociales crecen exponencialmente cada minuto, facilitando que cualquiera se esconda detrás de una pantalla y publique o envíe un mensaje hiriente sin pensarlo dos veces. La historia de Amanda puso de manifiesto un problema constante en el nuevo mundo de las redes sociales. Fue una historia que se convirtió en viral en los medios de comunicación principales y, paradójicamente, en las redes sociales. Hizo que la gente se diera cuenta de los efectos del acoso y de cómo un comentario o una publicación malintencionados pueden hacer que alguien haga lo impensable y acabe con su propia vida. Como sociedad, debemos poner fin a esta cultura del odio en línea que está tan extendida en las redes sociales y seguir compartiendo historias como la de Amanda para concienciar y prevenir las terribles consecuencias del ciberacoso.
Fuentes:
Leung Wency, y Dakshana Bascaramurty. «La tragedia de Amanda Todd pone de manifiesto cómo las redes sociales hacen que el acoso sea ineludible». The Globe and Mail, 12 oct. 2012, www.theglobeandmail.com/news/national/amanda-todd-tragedy-highlights-how-social-media-makes-bullying-inescapable/article4611068/.
«Cronología del caso de ciberacoso de Amanda Todd». Www.vancouversun.com, 18 abr. 2014, www.vancouversun.com/technology/Timeline Caso de ciberacoso de Amanda Todd/9750949/story.html.
ElAlguienQueSabe. Mi historia: Struggling, bullying, suicide, self harm, YouTube, 7 Sept. 2012, www.youtube.com/watch?v=vOHXGNx-E7E&t=12s.