TIROIDOLOGÍA CLÍNICA PARA EL PÚBLICO
Una publicación de la Asociación Americana de Tiroides
Resúmenes para el público de Tiroidología Clínica (de artículos recientes en Clinical Thyroidology)
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HIPERTIROIDISMO
¿La interrupción del tratamiento con fármacos antitiroideos en el hipertiroidismo conlleva un mayor riesgo de agranulocitosis?
ABREVIATURAS & DEFINICIONES
Hipertiroidismo: enfermedad en la que la glándula tiroides es hiperactiva y produce demasiada hormona tiroidea. El hipertiroidismo puede tratarse con medicamentos antitiroideos (metimazol, propiltiouracilo), yodo radiactivo o cirugía.
Methimazole (MMI): un medicamento antitiroideo que bloquea la producción de hormonas tiroideas por parte del tiroides. El metimazol se utiliza para tratar el hipertiroidismo, especialmente cuando está causado por la enfermedad de Graves.
Propiltiouracilo (PTU): un medicamento antitiroideo que bloquea la producción de la hormona tiroidea por parte del tiroides. El propiltiouracilo se utiliza para tratar el hipertiroidismo, especialmente en mujeres durante el embarazo.
Agranulocitosis: una marcada disminución del recuento de glóbulos blancos que hace que el paciente sea más propenso a desarrollar una infección. Esto se asocia comúnmente con fiebre y/o dolor de garganta.
Glóbulos blancos: las células de la sangre que luchan contra las infecciones.
Antecedentes
Los fármacos antitiroideos metimazol (MMI) y propiltiouracilo (PTU) se utilizan como una opción para tratar a los pacientes con hipertiroidismo, especialmente a los que padecen la enfermedad de Graves. El objetivo del tratamiento con fármacos antitiroideos es tratarlo durante un periodo de tiempo definido y luego suspenderlo para determinar si la enfermedad de Graves ha entrado en remisión. Si el hipertiroidismo reaparece, se vuelven a tomar los fármacos antitiroideos. La agranulocitosis, una marcada disminución de los glóbulos blancos que aumenta el riesgo de infección, es una complicación poco frecuente del tratamiento con los fármacos antitiroideos. La mayoría de los casos de agranulocitosis se producen en los 3 meses siguientes al inicio de la terapia con estos fármacos. Se ha especulado que el reinicio de la terapia con estos fármacos en pacientes que han recaído tras el primer curso de tratamiento con fármacos antitiroideos puede aumentar el riesgo o acelerar la aparición de la agranulocitosis. Este estudio se diseñó para examinar si es probable que la agranulocitosis se produzca más rápidamente en un paciente que interrumpe el tratamiento con fármacos antitiroideos y lo reanuda en un momento posterior, en contraste con un paciente que permanece con el fármaco de forma continuada.
TÍTULO DEL ARTÍCULO COMPLETO:
Kobayashi S et al. Características de la agranulocitosis como efecto adverso de los fármacos antitiroideos en el segundo o posterior curso de tratamiento. Thyroid. December 16, 2013 . Disponible en http://online.liebertpub.com/doi/abs/10.1089/thy.2013.0476.
Resumen del estudio
Un total de 87 pacientes atendidos en el Hospital Ito de Tokio entre 1983 y 2012 presentaron agranulocitosis. Tras excluir a los pacientes con otras posibles causas, se identificaron 67 pacientes con agranulocitosis inducida por MMI o PTU. De ellos, 35 la desarrollaron mientras seguían un tratamiento continuo con el fármaco, mientras que 22 tuvieron intervalos de tratamiento que oscilaron entre 5 meses y 22 años. En un examen más detallado, varios de estos últimos pacientes fueron excluidos porque no cumplían los criterios para el estudio, lo que dejó a 14 pacientes con tratamiento interrumpido.
No hubo diferencias significativas en el tiempo hasta la aparición de la agranulocitosis entre los grupos continuos o interrumpidos. No se produjo ninguna agranulocitosis en los pacientes con 1-5 meses de «brecha». Ninguno de los pacientes del grupo de tratamiento continuo expuestos al otro fármaco desarrolló efectos secundarios, mientras que 9 de 10 pacientes del grupo de «brecha» expuestos al otro fármaco desarrollaron efectos secundarios menores. Por lo tanto, los intervalos de corta duración (<5 meses) no parecían aumentar la rapidez de aparición de la agranulocitosis.
¿Cuáles son las implicaciones de este estudio?
Después de reiniciar el tratamiento con MMI o PTU tras un intervalo de 5 o meses, los pacientes deben ser observados para detectar agranulocitosis durante los primeros 3 meses, de forma similar a los que inician estos fármacos por primera vez. Los pacientes deben ser conscientes de los signos y síntomas de la agranulocitosis, que incluyen fiebre, fatiga o dolor de garganta. Si estos aparecen deben notificarlo a su médico y hacer que se mida el recuento de glóbulos blancos antes de reanudar el MMI o el PTU.
Glenn Braunstein, MD
Enlaces de folletos sobre el tiroides
Hipertiroidismo: http://www.thyroid.org/what-is-hyperthyroidism
Enfermedad de Graves: http://www.thyroid.org/what-is-graves-disease
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