Una teoría que parece justificada
Cuando observamos que la miel tiene más poder edulcorante que nuestros terrones de azúcar refinado, rápidamente concluimos que contiene más calorías. Esta teoría, bien apoyada por los defensores del azúcar de mesa, parece bastante lógica. De hecho, una cucharada de miel contiene unas 22 calorías, mientras que la misma cantidad de azúcar blanco sólo contiene 20 calorías. De 100g de miel se obtienen 304 calorías, pero también 82g de azúcar y 17g de agua y 1g de macro y micronutrientes).
Aunque las cifras no son suficientes para apoyar esta teoría, está claro que un abuso de la miel puede ser la causa del exceso de peso al igual que otros productos dulces como el jarabe de arce, el agave o la stevia.
Componentes excelentes
Miel-dieta. Desde otro punto de vista, la miel contiene tantos nutrientes interesantes de los que sería una pena privarnos.
Cuando observamos el número de sustancias útiles para el buen funcionamiento del organismo, el problema de la diferencia de calorías con el azúcar se vuelve menos problemático. La fructosa, varias vitaminas, aminoácidos y muchos minerales, incluido el zinc, son sólo una pequeña muestra de lo que el producto aporta al organismo. Negarse a comer miel sólo porque engorde sería un error dietético. Los beneficios para la salud superan con creces los supuestos riesgos.
La miel, un aliado nutricional
Con lo que contiene y sus propiedades, la miel se considera incluso un alimento completo.
De hecho, el aumento de peso no siempre es causa del valor calórico de un alimento aislado. Los cambios metabólicos suelen deberse a una combinación de procesos, o incluso a un estilo de vida. Antes de temer a los bultos, es esencial revisar todo el contenido del plato, o más bien de la dieta. En efecto, si se asocian otros alimentos hipercalóricos, no se puede incriminar a tal o cual producto. Supongamos que usted come una hamburguesa doble con patatas fritas tres veces por semana, y que termina su comida con una infusión de miel azucarada. En este caso, no culparás a la miel de las discrepancias en tu báscula.
Una buena elección de dieta
Como la miel está compuesta mayoritariamente por azúcar, el cuerpo la trata como tal. Por ello, es aconsejable tomarla con moderación.
Porque aunque sea un elemento natural, su abuso puede ser, por supuesto, perjudicial. Sin embargo, tiene la ventaja de aportar menos riesgos para la salud a largo plazo en comparación con los edulcorantes químicos, siempre que se tome con prudencia. Mejor aún, la miel puede ayudar a perder peso porque la presencia de antioxidantes ayudaría a quemar más grasa.