La verdad sobre los productos de belleza DIY

¿Sabes cuán seguros son realmente los productos de belleza DIY? La tendencia siempre popular entre los adictos a la belleza de hacer sus propios brebajes para el cuidado de la piel no muestra signos de desaceleración. Las redes sociales e Internet están repletas de recetas de todo tipo de remedios, la mayoría elaborados con ingredientes que se encuentran en la cocina. Al fin y al cabo, un producto casero va a ser mucho mejor, más sano y más barato que cualquier cosa que puedas comprar, ¿verdad? No es así. El hecho es que esta idea errónea entre los aficionados a los productos de belleza DIY no sólo podría dañar su piel, sino que también la dejaría vulnerable a toda una serie de cosas desagradables. Sigue leyendo para saber por qué…

La tradición de crear productos caseros para el cuidado de la piel lleva mucho tiempo formando parte de muchas culturas de todo el mundo y estoy segura de que casi todas nos hemos metido en la cocina en algún momento de nuestras vidas para preparar algún tipo de remedio (ya sea por desesperación, porque disfrutamos de la experiencia o para llevar una vida más sana y ecológica). Sin embargo, ‘casero’ no siempre es sinónimo de ‘seguro’ y hay muchos alimentos cotidianos que pueden causar alergias y problemas una vez aplicados a la piel.

NO INGREDIENTES

Jugo de limón

Comúnmente utilizado como blanqueador pero su pH es tan ácido que puede dañar la barrera protectora de la piel. Además, la piel tratada con limón que luego se expone al sol puede sufrir una reacción alérgica.

Blanca de huevo

Conocida y utilizada por su efecto tensor en la piel, sin embargo no hay que olvidar que en esta parte del huevo se puede esconder la bacteria de la salmonela. Si la clara de huevo contaminada entra en contacto con las mucosas o se ingiere accidentalmente, las consecuencias pueden ser nefastas.

Canela en polvo

Muchas personas utilizan la canela como exfoliante natural debido a sus propiedades vasodilatadoras, pero por favor, evita la piel del contorno de los ojos ya que puede causar una grave irritación en esta delicada zona.

Pasta de dientes

Un clásico para combatir los granos, pero ¿sabías que también altera el pH de la piel y provoca sequedad y picor?

Bicarbonato de sodio

Normalmente se añade a las mascarillas caseras como exfoliante. A pesar de su uso generalizado, el bicarbonato de sodio es extremadamente alcalino, lo que a su vez puede hacer que ciertos tipos de bacterias proliferen provocando infecciones en la piel.

Azúcar

Todas las mezclas que contienen azúcar provocan arañazos microscópicos en la piel, dañando su barrera protectora.

Miel

Una adición muy común a las recetas de belleza, sin embargo cuidado, es el escenario más dulce para que las bacterias proliferen rápidamente.

Aceite de oliva

Evítalo a toda costa si tienes la piel mixta, grasa o con tendencia al acné porque puede ser demasiado pesado para tu piel. Dicho esto, hay otros aceites que son beneficiosos para este tipo de piel, como el de argán o el de girasol. Estos dos aceites funcionan muy bien si quieres frenar ese temido aspecto brillante o si tienes tendencia a los brotes.

Lavanda

El aceite esencial de lavanda es una de las fragancias más utilizadas en brebajes caseros, pero ¿sabías que también puede provocar hiperpigmentación por su alto contenido en cumarina? No es bueno!

Alcohol

En los últimos años, las tiendas online que venden pequeñas cantidades de ingredientes cosméticos se han vuelto más comunes, facilitando que podamos experimentar desde la comodidad de nuestras casas. Sin embargo, hay que tener precaución a la hora de utilizar estos preparados ya que la mayoría de los alcoholes vegetales que se venden, aunque sean de origen natural, siempre resecan la piel.

Agua

¡El caldo de cultivo por excelencia de los microbios! Cuanta más agua contenga nuestra receta, más probable es que esté contaminada.

LAB ES MEJOR

Es imposible comparar las condiciones higiénicas de un laboratorio con las de nuestra cocina. Todo el instrumental debe estar completa y correctamente desinfectado para reducir el riesgo de contaminación y, aunque puedes usar guantes y limpiar todo con alcohol previamente, muchas veces no es suficiente. Pero por muy cuidadoso que sea, siempre hay que utilizar un conservante o un antioxidante para que la receta se mantenga estable durante algún tiempo, sobre todo si contiene agua o es una fórmula a base de aceite, y aquí es donde está el problema. Calcular la dosis correcta de conservante o antioxidante es extremadamente complicado. Quedarse corto o usar demasiado provoca el efecto contrario, arruinando igualmente tu producto de belleza preparado con tanto cariño.

Mis consejos para los remedios caseros

En una nota más positiva, los cosméticos de belleza DIY pueden disfrutarse si se toman las precauciones necesarias, sólo recuerda preparar sólo lo suficiente para usar en el momento y utilizarlo lo más rápido posible. Un remedio casero mal preparado o conservado no sólo es ineficaz, también puede ser perjudicial. La ausencia de conservantes puede provocar reacciones adversas que van desde una leve irritación hasta una infección cutánea en toda regla, o incluso una mayor acción de los radicales libres (¡Uf! ¡Más envejecimiento de la piel!). Además, los productos de bricolaje que utilizan aceites o mantequillas vegetales pueden enranciarse en poco tiempo, dando lugar a unos compuestos llamados radicales de peróxido, que suponen un peligro para la salud de la piel.

Una mascarilla que combina lo mejor de ambos mundos

Una alternativa válida, segura y eficaz a las mascarillas faciales caseras es, sin duda, nuestra London Mask, ya que opto por mezclarla yo misma a mano aquí en el laboratorio (algo bastante inaudito en la industria de la belleza). Esto me permite colocar los ingredientes que aportan los mayores beneficios en la superficie de la emulsión, asegurándome de que están en contacto directo con la piel cuando se aplica la mascarilla. Es un proceso largo pero esencial, ya que me permite garantizar que la piel obtenga todos los beneficios de las arcillas naturales utilizadas, pero sin ninguno de los efectos secundarios no tan agradables (como la sequedad, la deshidratación, el estiramiento y las grietas). Me encanta esta mascarilla porque es un ejemplo fantástico de cómo se puede trabajar con ingredientes naturales para producir algo totalmente extraordinario, lleno de magia natural.

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