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Aunque tu bebé no pueda agarrar un libro ni pronunciar las letras del abecedario, no es demasiado pronto para introducir a tu pequeño en la magia de los libros.
«Leer a los bebés y a los niños pequeños es muy importante», dice la pediatra Sarah Klein. «Proporciona los bloques de construcción para el lenguaje. Y les da las herramientas para formar habilidades sociales y emocionales para toda la vida.»
¿Te preocupa que la lectura sea una cosa más que tengas que exprimir en tu día de ojos apagados como padre? Anímese. Adquirir el hábito de la lectura no tiene por qué requerir mucho tiempo ni ser complicado, dice el Dr. Klein. Y añadir libros a tu rutina tiene una gran cantidad de beneficios para ti y para tu bebé.
Los beneficios de leer a los niños
La lectura es una habilidad que servirá a tus hijos en la escuela y en la vida. Pero escuchar libros leídos en voz alta tiene beneficios mucho antes de que se presenten a su primer día de guardería. Estos beneficios incluyen:
- Habilidades lingüísticas: Escuchar palabras leídas en voz alta ayuda a que las habilidades lingüísticas de los bebés empiecen a florecer. La lectura les introduce en un mayor número de palabras y en un lenguaje más complejo que el que podrían escuchar en una conversación cotidiana.
- Vínculo afectivo: Acurrucarse para leer un libro juntos es una señal de seguridad, amor y conexión emocional, dice la Dra. Klein. «Tener esa atención individualizada con tu bebé refuerza vuestro vínculo»
- Aprendizaje emocional: Los bebés no sólo miran los dibujos de sus libros favoritos. También te observan fruncir el ceño cuando un personaje del libro está frustrado o sonreír ante el final feliz. «Tu bebé imita tus expresiones y los sonidos que emites», dice la Dra. Klein. «Eso ayuda al desarrollo temprano del cerebro».
- Establecer rutinas: La doctora Klein dice que los niños de todas las edades prosperan con una rutina. La lectura puede ser una gran adición al horario diario. Si se adquiere el hábito de leer a la hora de acostarse, por ejemplo, un libro puede indicar al bebé que es hora de calmarse y prepararse para dormir. (Y cualquier cosa que facilite la hora de acostarse merece la pena)
- El éxito escolar: «Las investigaciones han demostrado que alrededor de un tercio de los niños comienzan el jardín de infancia sin las habilidades lingüísticas que necesitan para aprender a leer», dice el Dr. Klein. «Leer a los bebés y a los niños pequeños les ayuda a desarrollar esas valiosas habilidades.»
Cómo (y qué) leer a tu pequeño
¿Cuándo debes empezar a leer a tu bebé? Según la doctora Klein, nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde. Añade que, aunque cuanto antes mejor, los niños pequeños pueden seguir beneficiándose de que se les lea a cualquier edad.
La doctora Klein comparte algunos consejos para que la lectura sea divertida y eficaz.
Hazlo a diario
Lee a su hijo al menos unos minutos cada día. «Intente leer todo lo que pueda», dice la Dra. Klein, ya sea una sesión de libros más larga antes de acostarse o pausas de lectura más cortas a lo largo del día.
«Los bebés pueden estar interesados sólo durante unos minutos. A medida que crecen, su capacidad de atención puede empezar a soportar historias más largas.»
Sigue su ejemplo
¿Tu bebé quiere volver a mirar la primera página una y otra vez? Síguele la corriente. Deja que tu pequeño señale los dibujos que le gustan en la página o que hable de lo que ve, aunque eso signifique que no llegarás a terminar el cuento. Cuando tu hijo sea lo suficientemente mayor, deja que elija los libros que lees.
No esperes la perfección
Una vez que tu bebé empiece a gatear y a dar vueltas, puede ser un reto conseguir que se quede sentado. Pero incluso si se escabulle por la habitación, tu hijo se beneficiará de oírte leer en voz alta.
«No te frustres si tu bebé no se sienta tranquilamente en tu regazo durante la hora del cuento», dice la Dra. Klein. «La lectura no tiene por qué ser ese momento de tranquilidad perfecto en el que todo el mundo presta atención.»
Déjale explorar
«Los bebés necesitan explorar su entorno», dice la doctora Klein. Deja que descubran los libros a su manera, aunque eso signifique que lo sostengan al revés o que lo babeen todo.
Escoge los libros adecuados
Los bebés se sienten bien con los libros de cartón grueso que pueden sostener (y, sí, masticar). Les gustan los colores vivos y los dibujos grandes. A medida que crecen, introduce libros con más palabras para ayudar a su desarrollo del lenguaje, dice la doctora Klein.
Habla de ello
No estás encerrado en la lectura de las palabras de la página. Participa con tu pequeño oyente señalando los dibujos, haciendo preguntas o especulando por qué esos perros llevan sombrero y conducen coches.
Prepárate para repetirte
A los niños les encanta leer los mismos libros una y otra vez (y otra). Puede que a ti te vuelva loco, pero la repetición ayuda a los niños a aprender, dice el doctor Klein. Así que sigue leyendo sobre esa oruga hambrienta por millonésima vez esta semana.
Para romper la monotonía, intenta llegar a un acuerdo: A la hora de acostarse, leeréis un libro que elija tu hijo y otro nuevo que elijas tú.
Sigue leyendo
«Los niños en edad escolar siguen beneficiándose de la lectura con sus padres, sobre todo cuando intentan aprender a leer solos», dice la doctora Klein. «Intenta leer de un lado a otro, turnándose para leer en voz alta el uno al otro».
Antes de que te des cuenta, tus bebés serán niños grandes que podrán leerse a sí mismos -y puede que incluso eches de menos a esa oruga y su interminable apetito.
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