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Investigadores franceses creen haber descubierto una posible causa -e incluso un tratamiento- para la dislexia.
La dislexia es un problema de aprendizaje que puede dificultar la lectura, la escritura, la ortografía y, a veces, las matemáticas. Las características varían de un individuo a otro, pero pueden incluir dificultades con habilidades como la formación y el nombre de las letras, la captación de los distintos sonidos del habla dentro de una palabra y el recuerdo de las letras del alfabeto en secuencia. Es posible que inviertan letras y números o que digan que las palabras «bailan» en la página. Sin un amplio apoyo en el aula, los niños con esta enfermedad pueden tener dificultades para seguir el ritmo en la escuela.
En un nuevo y prometedor estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, los investigadores de la Universidad de Rennes Guy Ropars y Albert le Floch han identificado una diferencia minúscula pero crucial entre los ojos de las personas disléxicas y las no disléxicas.
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Todos tenemos patrones de células receptoras de luz en cada ojo que nos permiten ver. Los investigadores descubrieron que en los sujetos no disléxicos, estos patrones son asimétricos, por lo que el cerebro elige un ojo para que sea dominante o anule al otro, creando una sola imagen en el cerebro. En los sujetos disléxicos, las células receptoras de luz están dispuestas en patrones coincidentes en ambos ojos. Esto significa que no hay un ojo dominante, por lo que se produce una imagen en espejo, que puede confundir al cerebro y producir errores de lectura, informan los investigadores.
«Nuestras observaciones nos llevan a creer que efectivamente hemos encontrado una causa potencial de la dislexia», dijo el coautor Ropars a la Agencia France Press (AFP). Añadió que también podría significar que han dado con un método de diagnóstico «relativamente sencillo»: simplemente mirar a los ojos de alguien. Normalmente, la dislexia se diagnostica a través de una serie de pruebas administradas por un psicólogo.
En su investigación, Ropars y le Floch también descubrieron el menor retraso entre el procesamiento cerebral de la imagen principal y la imagen en espejo, lo que les permitió probar un tratamiento. El destello más rápido de una lámpara LED -tan rápido que es invisible a simple vista- anuló efectivamente la imagen en espejo en los cerebros de los sujetos disléxicos mientras leían.
«Para los estudiantes disléxicos, sus dos ojos son equivalentes y su cerebro tiene que basarse sucesivamente en las dos versiones ligeramente diferentes de una escena visual dada», dijeron los autores del estudio a la AFP.
Sabemos que la dislexia no se limita a confundir bs y ds: los disléxicos, alrededor de una de cada cinco personas, luchan con muchos desafíos relacionados con el lenguaje y que obtener un diagnóstico puede ser complicado. Sin embargo, vale la pena observar cómo se desarrolla esta investigación.
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