Los cristales más grandes del mundo están creciendo en una cueva de México

Cailey Rizzo

14 de septiembre, 2017

Hace 17 años, dos hermanos que trabajaban para Industrias Peñoles estaban explotando un túnel bajo la montaña Naica en Chihuahua, México. Accidentalmente tropezaron con la Capilla Sixtina de los Cristales.

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La Cueva de los Cristales de Naica es un descubrimiento mágico e improbable, enterrado a 300 metros bajo la superficie de la tierra. En su interior, gigantescos cristales pueden alcanzar longitudes de ciencia ficción de más de 36 pies. Se calcula que algunos de los cristales más pesados llegan a pesar 55 toneladas.

– Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images
Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images

Los investigadores creen que el mayor cristal del interior de la cueva lleva creciendo más de 500,000 años.

Los cristales han ido creciendo hasta alcanzar proporciones épicas gracias a una combinación privilegiada de condiciones durante los últimos 10.000 años. En el interior de la cueva, las temperaturas pueden alcanzar los 136 °F, con una humedad del 90 al 99 por ciento. El aire es ácido y no hay luz natural. Las aguas subterráneas cargadas de sulfato de calcio entraron en las cuevas y, calentadas por el magma que hay debajo, comenzaron a formar el gigantesco conjunto de cristales.

– Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images
Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images
Sin embargo, las condiciones, aunque son excelentes para los cristales, son peligrosas para las personas. Cualquiera que entre en la cueva debe llevar un traje especial de refrigeración y limitar su tiempo de permanencia a sólo 45 minutos.

-. Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images
Carsten Peter/Speleoresearch & Films/National Geographic/Getty Images

Las cuevas están actualmente cerradas a los turistas ya que las operaciones mineras se detuvieron y la caverna subterránea se volvió a inundar con agua. Las condiciones están volviendo a su estado original, lo que permite que los cristales sigan creciendo.

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Aunque las cuevas están cerradas, es posible ver uno de los cristales de cerca. En Nueva York, la Astro Gallery tiene expuesto un cristal de selenita de 32 pulgadas procedente de la Naica.

– Cortesía de Astro Gallery
Cortesía de Astro Gallery

Y no se descarta que las cuevas vuelvan a abrir, ya que se sabe que algunos visitantes muy especiales con conexiones gubernamentales o científicas han logrado acceder.

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