McDonald's muestra cómo se hacen sus McNuggets: No 'Baba rosa'

¿Qué hay en un McNugget? No es la «baba rosa» o el «pringue» que se ve en Internet, dice McDonald’s de Canadá, y para demostrarlo ha publicado un nuevo vídeo en el que se muestra todo el proceso de elaboración de los nuggets desde el interior de la planta de procesamiento.

La «baba rosa» es la jerga de los «recortes de carne magra tratados con amoníaco». Se trata de un proceso alimentario industrial por el que las partes comestibles de la carne que se adhieren al hueso pero que no se pueden desprender con un cuchillo se recuperan por medios mecánicos y se convierten en una sustancia que puede reforzar las hamburguesas y engordar los productos de pollo a menor coste.

En una foto en particular que se hizo viral y se apoderó de la imaginación popular, y que se muestra en el vídeo de McDonald’s, los recortes aparecen como una gruesa masa que se enrolla en una caja de cartón como una anaconda rosa.

McDonald’s dice que dejó de usar recortes de carne magra después de 2011 y que sus nuggets están hechos con carne blanca sin hueso.

«No sabemos qué es, ni de dónde viene, pero no tiene nada que ver con nuestros McNuggets de pollo», dice Nicoletta Stefou, directora de la cadena de suministro de McDonald’s Canadá, en el vídeo.

A continuación, nos lleva a un recorrido por todo el proceso de los McNuggets de pollo, mostrando con todo detalle cómo se extraen las pechugas de los pollos enteros, se mezclan, se sazonan y se forman los nuggets.

En la etapa clave de la molienda, Stefou compara el pollo triturado con la foto en línea.

«Esta es la imagen de la sustancia rosa y esto es lo que tenemos en realidad, así que es muy diferente», dice Stefou. «Todo lo que tenemos aquí es pechuga de pollo triturada, así como condimentos, y una proporción natural de piel para dar sabor, y como aglutinante».

El clip puede estar libre de pegamento rosado, pero tampoco es exactamente pintoresco. Ésa es la cuestión.

El vídeo, que se emitió como anuncio durante la retransmisión canadiense de la Super Bowl, es un ejemplo de una nueva tendencia de «transparencia extrema» en la que las empresas, sobre todo las que han sido atacadas por sus prácticas comerciales, hacen todo lo posible por mostrar a los clientes cómo trabajan.

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